¿Cuánto han cambiado nuestras vidas con la aparición de las nuevas tecnologías? Pocas son las personas que siguen escribiendo cartas a mano en vez de contactar por correo (e-mail), por no decir de la cantidad de usuarios que disponen en la actualidad de un móvil de última generación, tableta digital, y demás artilugios tecnológicos, mediante los cuales comparten fotos, videos, se comunican con mensajes instantáneos, o incluso leen la prensa o libros a través de éstos.
Las mejoras tecnológicas han abierto un mundo de posibilidades en nuestro día a día, y en el campo de la odontología no iba a ser menos. La aparición de impresoras digitales para diseñar coronas y aparatos de prótesis dental, los implantes dentales guiados por ordenador, o la ortodoncia invisible son unos de los muchos avances que estamos viviendo a lo largo de estos últimos años en nuestra profesión.
Uno de los principales adelantos que se ha alcanzado en odontología a nivel general, y más en concreto en la especialidad de la endodoncia, ha sido la incorporación en el gabinete dental del microscopio óptico. La principal ventaja que nos aporta el microscopio dental es la posibilidad de visualizar los dientes aumentados de tamaño mientras trabajamos sobre ellos. Y la relación es simple, cuanto más y mejor podemos ver algo (en este caso un diente), mayor es la precisión con la que podemos trabajar sobre el diente, aumentando de esta forma las probabilidades de éxito de nuestros tratamientos.
Desde que los dentistas comenzasen a trabajar con la ayuda del microscopio dental hace ya casi dos décadas, se han ido mejorando las técnicas y evolucionando la complejidad de los microscopios dentales, los cuales en la actualidad nos permiten mediante la incorporación de una cámara de video digital, comunicarnos con los pacientes de una forma mucho más sencilla y eficaz. Por medio de un monitor de televisión, el paciente puede visualizar todo lo que el profesional está haciendo en directo, así como mostrarle con fotos y videos de alta calidad los diferentes tratamientos realizados en su boca. En la especialidad de la endodoncia, poder ver a grandes aumentos el interior de un diente nos permite localizar nervios accesorios que sin el uso del microscopio dental es mucho más complicado, manteniendo una postura de trabajo mucho más relajada y correcta, lo que conlleva una menor fatiga del profesional con el paso de las horas de trabajo.
Son muchos los pacientes que acuden a nuestra consulta con la idea que las endodoncias fracasan y prefieren quitarse el diente. Mediante la visualización del diente con el microscopio dental, podemos predecir si un diente puede fracasar o no por tener alguna fisura interna o cualquier otra patología que impida el correcto funcionamiento de la endodoncia. De este modo, es mayor el éxito de nuestros tratamientos al evitar endodonciar dientes con un pronóstico desfavorable.
Pero no sólo en el campo de la endodoncia es posible incorporar el microscopio dental en el día a día, sino que en otros campos de la odontología como la periodoncia, la estética dental, o las cirugías con implantes, el empleo de esta tecnología permite una mejora considerable en los tratamientos dentales, aumentando la calidad de nuestros servicios y la confianza de nuestros pacientes.
Por ello, en Instituto Davó consideramos que contar con un microscopio dental para realizar nuestras endodoncias constituye una mejora fundamental que ofrecer a todos nuestros pacientes, para así poder realizar los tratamientos endodóncicos más complicados de una manera sencilla, eficaz y predecible.
