«Quiero ser madre, pero no es el momento. He decidido congelar mis óvulos»

Laura lo tiene claro: «quiero ser madre, pero no es el momento. He decidido congelar mis óvulos». La criopreservación de ovocitos permite retrasar unos años el momento de convertirse en madre, aumentando las posibilidades de embarazo futuro. 

Las mujeres nacen ya con todos los ovocitos con los que contarán el resto de su vida. En el inicio de la menstruación, tendrán entre 300.000 y medio millón, una cifra que va disminuyendo progresivamente con los años. La reserva ovárica, por tanto, se va perdiendo de forma gradual entre la pubertad y la menopausia, algo que dificulta las posibilidades de un embarazo, especialmente a partir de los 35 años. 

Por eso, y aunque no hay una edad límite para apostar por la criopreservación de ovocitos, lo ideal es hacerlo antes de los 35 años para poder contar con un número suficiente de ovocitos que, además, tengan una calidad óptima. Las técnicas de vitrificación actuales permiten mantener congelados durante años los gametos en perfecto estado y su uso no afecta al futuro bebé.

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«La congelación de óvulos nos da más oportunidades de ser madres en el momento que decidamos y, dependiendo de la edad de congelación, podemos reducir la tasa de aborto y las anomalías cromosómicas en la gestación», explica la doctora María Martínez, ginecóloga especialista en medicina reproductiva y coordinadora médica de Instituto Bernabeu en Elche.

Con el mismo número de óvulos, una paciente menor de 35 años tendrá una probabilidad de embarazo en torno a un 50% o más. Pero esa capacidad de los óvulos de dar lugar a un embarazo va a ir disminuyendo a partir de los 35 años, especialmente por encima de los 40, en los que la tasa de embarazo por FIV disminuye por debajo del 20-25%.  

De esta forma, la vitrificación o preservación ovocitaria, comúnmente conocida como congelación de óvulos, se ha convertido en una oportunidad para las mujeres que deciden retrasar el momento de convertirse en madres. 

La calidad de los óvulos, al menos en lo que se refiere a la parte genética, está estrechamente ligada a la edad de la mujer. Con 35 años, el 70-80% de los embriones tienen una correcta dotación cromosómica, mientras que con 41-42 años este porcentaje se invierte y hasta el 80% de los embriones pueden tener alguna alteración cromosómica, lo que dificulta la probabilidad de quedarse embarazada y aumenta la tasa de abortos. Por eso, si una mujer congela los óvulos cuanto antes, su riesgo de aborto se mantiene del mismo modo congelado y, si desea tener hijos con 40 años, lo hará probabilidades similares a cuando los congeló.

«Es importante que todas las mujeres sepan que existe esta opción y lo tengan en cuenta como posibilidad a la hora de planificar su futuro reproductivo», apunta la doctora Martínez. En esta línea, la especialista recomienda asistir a consulta de medicina reproductiva y valorar, de manera individualizada, el caso con el fin de determinar si la vitrificación es viable y en qué grado puede ser beneficiosa para la mujer.

Sin efectos secundarios

La congelación de óvulos es un proceso sencillo que no tiene ningún efecto negativo sobre la fertilidad futura de las mujeres. Se realiza una estimulación ovárica controlada, con tal de obtener el mayor número de ovocitos disponibles en un ciclo menstrual. Posteriormente, se congelarán aquellos ovocitos que sean maduros para su potencial uso en el futuro. «El proceso normal es indoloro, aunque pueden darse pequeñas molestias y/o sensación de hinchazón abdominal similares a los primeros días de regla durante la estimulación ovárica», apuntaba la doctora María Martínez. 

Banco de ovocitos de Instituto Bernabeu

Instituto Bernabeu cuenta con expertos en preservación de ovocitos y un banco de conservación propio, en el que los ovocitos de cada paciente se criocustodian y se mantienen en condiciones controladas de temperatura durante el tiempo que decida cada mujer. 

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Teléfono: 965 50 40 00