Los copos de pescado que sustituyen a la sal y... se mueven solos

La sal es sin duda el complemento más utilizado en muchas recetas. Sin embargo, no es aconsejable abusar de su uso e incluso en algunos casos ( como la hipertensión) hay que evitar su consumo o limitarlo mucho. Esto, sin embargo, no supone renunciar a ese sabor tan característico. Hoy te proponemos un sustituto de la sal muy original. Se trata del katsuobushi, unas hojuelas de bonito que dan mucho sabor a los platos y que además les aportarán un toque único ya que se mueven solos.

¿Qué es el katsuobushi?

El katsuobushi es un tipo de pescado muy utilizado en la gastronomía japonesa. En concreto es un tipo de atún o bonito (Katsuwonus pelamis) secado y ahumado. Después se corta en láminas finísimas dando lugar a unas hojuelas o copos casi transparentes.

Estos copos se añaden al final de los platos, cuando ya van a ser servidos en la mesa y además de sabor añaden un toque único a cualquier receta. Y es que este alimento, al entrar en contacto con el calor del plato, comienza a moverse dando la sensación de que estuviera vivo.

Los beneficios del katsuobushi

Estas hojuelas de pescado "danzantes" tienen muchos beneficios para nuestro organismo ya que son ricas en hierro, proteínas y vitaminas.

Ayudan a controlar la tensión

Estos copos de pescado seco son el sustituto ideal de la sal en tus platos si tienes la tensión alta ya que ayudan a mantenerla controlada.

Mejoran tu estado de ánimo

Consumir este producto japonés también es bueno para tu estado de ánimo. Según un estudio, el katsuobushi ayuda a combatir la depresión y la ansiedad.

Ayudan a perder peso

Este alimento es muy saciante y puede convertirse en un buen aliado en tu dieta si quieres perder peso.

Mejoran el aspecto de la piel

Los copos de bonito secos son ricos en aminoácidos y ayudan a que nuestro cuerpo genere colágeno. Por esta razón mejoran el aspecto de la piel que lucirá mucho más suave e hidratada.

¿Cómo utilizar el katsuobushi?

Este alimento de origen japonés puede utilizarse para preparar caldos y sopas así como para condimentar otros guisos y platos calientes. Su sabor es bastante fuerte, por lo que no conviene abusar de su uso.

Además, su original forma y su "baile" al entrar en contacto con el calor lo convierten en un ingrediente muy versátil que puede dar un toque diferente a cualquier plato de pasta o arroz, por ejemplo.