Nunca te comas una gamba si ves esto

Aprende a identificar cuándo este marisco está en mal estado y tíralo inmediatamente si observas alguna de estas características

Azucena Mendieta Delgado

Azucena Mendieta Delgado

El marisco es un alimento muy apreciado por muchos, pero su naturaleza perecedera hace que sea crucial conservarlo adecuadamente para evitar su deterioro. Entre la gran variedad de mariscos, las gambas son especialmente populares debido a su delicioso sabor y a su versatilidad a la hora de cocinarlas. A la plancha, cocidas, en el arroz o como complemento de cualquier salsa o guiso, lo cierto es que las gambas son uno de los productos más demandados de las pescaderías.

Sin embargo, es muy importante consumirlas en buen estado, ya que tomar marisco en mal estado podría acarrear problemas de salud. Por lo tanto, es fundamental saber reconocer los signos que indican si una gamba está en mal estado. A continuación te contamos cuáles son las claves para saber si las gambas están en mal estado y debes desecharlas inmediatamente.

Las claves para reconocer si el marisco está malo

El olor

Dado que el marisco se deteriora rápidamente, no es recomendable almacenarlo en el refrigerador durante períodos prolongados de tiempo. Si percibes un olor similar al amoníaco, no dudes en desechar las gambas que tengas guardadas, ya que no es seguro para la salud su consumo.

La textura

En cuanto a la apariencia del marisco en general y de las gambas en particular, debe ser húmedo, suave y firme al tacto. Si encuentras una textura gelatinosa, esto puede ser un indicador de que ya no está fresco y no es seguro consumirlo. Tíralo a la basura inmediatamente.

Mariscos congelados

En el caso de mariscos congelados, es fundamental asegurarse de que estén completamente congelados y que no hayan experimentado cambios en su estado mientras se almacenaban en el congelador. La presencia de escarcha en el envase puede ser una señal de que algo no fue adecuado en el proceso de congelación o almacenamiento, lo cual podría afectar la calidad y seguridad del producto. Si no estás seguro, tíralo.

En resumen, para disfrutar de gambas en óptimas condiciones, es crucial prestar atención a su olor, apariencia y textura, así como a las condiciones de almacenamiento y congelación. De esta manera, podrás garantizar la frescura y seguridad del marisco que consumes, evitando posibles problemas de salud.