La sentadilla más efectiva contra la celulitis: fortalece glúteos y piernas en pocos minutos

Esta variante del ejercicio tradicional pone mayor énfasis en los muslos y las caderas

La sentadilla más efectiva contra la celulitis: fortalece glúteos y piernas en pocos minutos.

La sentadilla más efectiva contra la celulitis: fortalece glúteos y piernas en pocos minutos. / pexels

Azucena Mendieta Delgado

Azucena Mendieta Delgado

La sentadilla sumo es una variante de la sentadilla tradicional que pone un mayor énfasis en los músculos internos del muslo, glúteos y caderas. Esta técnica, inspirada en la postura de los luchadores de sumo, se ha popularizado en el mundo del fitness por su efectividad en trabajar áreas específicas del cuerpo.

En este artículo, exploraremos qué músculos fortalece, para qué sirve, cómo realizarla correctamente, y las mejores prácticas para integrarla en tu rutina de entrenamiento de forma segura y efectiva.

Sentadilla sumo: qué músculos trabaja

La sentadilla sumo trabaja una amplia gama de músculos, haciéndola extremadamente efectiva para el fortalecimiento y tonificación. Los principales grupos musculares involucrados incluyen:

  • Glúteos: Maximiza la activación de los músculos glúteos en comparación con la sentadilla tradicional.
  • Aductores de la cadera (músculos internos del muslo): La amplitud de la postura aumenta significativamente el trabajo en esta área.
  • Cuádriceps: Aunque en menor medida que en la sentadilla tradicional, los cuádriceps aún juegan un papel importante.
  • Isquiotibiales y espalda baja: Estos músculos proporcionan estabilización durante el movimiento.

Propósito de la sentadilla sumo

La sentadilla sumo es ideal para atletas y entusiastas del fitness que buscan:

  • Mejorar la fuerza y estabilidad de la cadera.
  • Aumentar la masa muscular en glúteos y piernas.
  • Mejorar la postura y la capacidad funcional para movimientos cotidianos o deportivos.
  • Proporcionar variedad en las rutinas de entrenamiento de fuerza para evitar el estancamiento.

Cómo realizar la sentadilla sumo

  1. Posición Inicial: Comienza de pie, con los pies más anchos que el ancho de los hombros, y los dedos de los pies apuntando ligeramente hacia afuera. Mantén tu espina dorsal en una posición neutral y tu pecho elevado.
  2. Movimiento: Flexiona las rodillas y baja las caderas hacia atrás y abajo, como si te sentaras en una silla imaginaria. Mantén tus rodillas alineadas con tus pies sin dejar que sobrepasen tus dedos. Desciende hasta que tus muslos estén paralelos al suelo o tan bajo como tu movilidad te lo permita cómodamente.
  3. Vuelta a la posición inicial: Impulsa a través de tus talones para volver a la posición inicial, manteniendo tus músculos abdominales contraídos y tu espalda en una posición neutral.

Técnica adecuada para prevenir lesiones

  • Mantén la espalda recta: Evita curvar tu espalda durante el ejercicio para prevenir la tensión en la zona lumbar.
  • Alineación de rodillas: Asegúrate de que tus rodillas se muevan en la misma dirección que tus pies durante todo el movimiento para proteger las articulaciones.
  • Profundidad adecuada: Baja hasta que te sientas cómodo, sin comprometer tu forma. La profundidad óptima varía según la movilidad individual.
  • Calentamiento: Realiza un calentamiento adecuado antes de incluir sentadillas sumo en tu rutina para preparar tus músculos y articulaciones.

Frecuencia recomendada

Integrar la sentadilla sumo en tu rutina depende de tus objetivos específicos y nivel de experiencia. Para principiantes, comenzar con 2-3 sesiones por semana permitiendo al menos un día de descanso entre ellas es recomendable. Los atletas más avanzados pueden ajustar la frecuencia y volumen de entrenamiento según sus necesidades, siempre prestando atención a las señales de su cuerpo y permitiendo la recuperación adecuada.

La sentadilla sumo es una adición valiosa y eficaz a cualquier programa de entrenamiento. Al enfocarse en la técnica correcta y ajustar la frecuencia según tu nivel de fitness, puedes maximizar los beneficios de este ejercicio, mejorando la fuerza, estabilidad y estética de tu tren inferior. Recuerda, la clave del éxito en cualquier régimen de ejercicio es la consistencia y el enfoque en la forma correcta para evitar lesiones y asegurar el progreso a largo plazo.