Olson ha hecho estas declaraciones durante una rueda de prensa celebrada en una reunión organizada en Madrid por la Internacional Federation for Family Development (IFFD), bajo el lema "La familia, escuela de derechos humanos".

En este foro más de trescientos expertos en orientación familiar de medio centenar de países han coincidido en que muchos padres "deben volver a la escuela" para prevenir los conflictos que pueden destruir a la familia y que, en 2007, provocaron sólo en España 137.510 rupturas matrimoniales.

El año pasado más de 60.000 parejas de todo el mundo -25.000 de ellas españolas- entendieron que debían buscar ayuda para saber llevar su relación de pareja y también para educar a sus hijos, ha informado el secretario general de la IFFD, Javier Vidal-Quadras.

Olson ha asegurado que todos los países coinciden en que la familia es la organización social más importante pero son muchas las formas en que se interpreta y observa esta institución.

Por eso, la ONU pretende "encontrar el camino" para determinar aquellas medidas que puedan ayudar a "soportar" el núcleo familiar, pero desde "el respeto a la diversidad" de cada país.

La base es, como siempre, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, según la cual la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de toda ella en su conjunto y del Estado.

Como ejemplo, se ha referido a que todas las naciones coinciden en la necesidad de conciliar la vida laboral y familiar, ya que el trabajo ocupa demasiadas horas fuera del hogar en los cinco continentes.

Olson ha declarado, sin entrar en pormenores, que los cambios a los que la familia ha estado sometida en los últimos tiempos "reclaman una especial atención por parte de todos".

En los cursos de la IFFD, según ha explicado su secretario general, se emplea el método del caso desarrollado por la Universidad de Harvard, que está extendido en la actualidad por las escuelas de negocio de todo el mundo.

En líneas generales, se trata de estudiar casos prácticos ante los que, en una primera fase, la pareja tiene que plantear soluciones sin miedo a plasmar sus "fobias y filias".

En segundo lugar varios matrimonios ponen en común sus opiniones y establecen un diálogo enriquecedor, hasta que, finalmente, se hace una sesión general en la que participa un experto en orientación familiar.

La presidenta de la IFFD, Marina Robben, ha aventurado que la orientación familiar tendrá un especial papel en el siglo XXI por su capacidad para enriquecer las capacidades educativas y de toma de decisiones de los padres respecto a sus hijos.