De acuerdo con un estudio de la Asociación Española contra la Contaminación Acústica (AECOR) realizado para el Ministerio de Vivienda, el impacto económico de la nueva normativa depende, no obstante, de distintas variables como el tipo de vivienda o la zona geográfica en la que se encuentre.

Según el estudio -que ha contado con la colaboración de promotoras, constructoras, ingenierías acústicas y fabricantes de materiales, entre otros- el coste mínimo corresponde a la zona sur (Extremadura, Andalucía y Canarias), con un rango de entre 10,78 y 4,94 euros por metro cuadrado.

Le sigue la zona noroeste (Galicia y Asturias), donde el coste se sitúa entre 11,45 y 5,25 euros por metro cuadrado.

En las zonas norte (Cantabria, País Vasco, Navarra y La Rioja) y de Levante (Comunidad Valenciana y Murcia) el impacto económico oscila entre 12,12 y 5,56 euros por cada metro cuadrado, mientras que el coste máximo se registra en las zonas noreste (Cataluña, Aragón y Baleares) y centro (Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León) con una horquilla de entre 13,47 y 6,17 euros por metro cuadrado.

Según el tipo de vivienda, el menor incremento se registra en las unifamiliares (5,75 euros/m2 para pareados y 8,56 euros/m2 para adosados) y el mayor, en los pisos (10,07 euros/m2 para los de dos dormitorios, 11 euros/m2 para los de tres y 12,42 euros/m2 para los de uno).

La publicación hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del Documento Básico de Protección frente al Ruido supone la entrada en vigor plena a partir de mañana del Código Técnico de la Edificación (CTE).

El CTE entró en vigor en marzo de 2006, si bien el Gobierno decidió retrasar hasta abril de este año la aplicación de las medidas de protección frente al ruido al considerar que el mercado no estaba maduro para introducir estos cambios.

Las novedades fundamentales que introduce esta normativa son que el nivel de ruido no se medirá más en laboratorio, sino en la propia vivienda, y que las exigencias de insonorización frente al ruido exterior dependerán de la zona en la que se ubique la casa.

En términos generales, la norma aumenta de 42 a 50 decibelios el aislamiento efectivo de la pared que separa un piso de otro.