El Congreso defiende que las maniobras de reanimación se aprendan desde pequeño

El Congreso de los Diputados ha votado este miércoles por unanimidad una propuesta para impulsar la formación en técnicas de reanimación cardiopulmonar desde la edad escolar.

En España la formación en estas técnicas es escasa siendo entre el 10 y el 12% las personas que declaran el conocimiento de las mismas, frente a la realidad de otros países, donde conocen la maniobra de reanimación el 50%, donde es totalmente obligatoria la enseñanza de esta práctica, tanto en escuelas como universidades.

La proposición no de ley, defendida por el grupo parlamentario popular, ha sido apoyada por unanimidad en la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia.

Ana Vázquez, portavoz de Interior del PP, ha defendido una Proposición no de Ley para que esta formación, además, se incluya en el currículo escolar.

Desfibriladores

La iniciativa también defiende promover, en colaboración con los rectores (Crue Universidades), el aumento de esta formación y un acuerdo con las Comunidades Autónomas y entidades locales para la instalación de desfibriladores en colegios y centros deportivos.

De acuerdo con el texto de la iniciativa, en España las posibilidades de sobrevivir a una parada cardiaca en la calle oscilan entre el 5 % y el 10 %. Sin embargo en los países nórdicos que fomentan esta formación la cifra de supervivientes es de un 30 %.

Destaca asimismo que la muerte súbita es una de las primeras causas de fallecimiento en el mundo. En el caso de España, cada año se producen 30.000 nuevos casos de muerte súbita y cerca de 15.000 intentos de reanimación por parte de los servicios de emergencia.

Los investigadores coinciden en afirmar que el inicio de la actuación en los primeros ocho minutos desde la aparición de la parada cardíaca es vital para recuperar al paciente, ya que cada minuto que transcurre conlleva un 10 % menos de probabilidad de supervivencia cuando no existe intervención alguna.

Por todo ello, el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a fomentar entre los jóvenes, la implantación de formación en maniobras de reanimación cardiopulmonar en todos los ciclos formativos, así como promover dicha formación entre los adolescentes, también en otros ámbitos fuera del educativo.