Las estadísticas no mienten. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), la conducción bajo estrés aumenta hasta un 28% las posibilidades de sufrir un accidente, cifra alarmante tanto para la persona que conduce como para el resto de la sociedad civil.

En una sociedad como la actual, en la que el ritmo frenético caracteriza el día a día, el estrés se ha convertido en un actor activo en los distintos ámbitos sociales. Se suele asociar a las situaciones estresantes con el plano laboral, pero su alcance es mayor. Y la conducción es una de las circunstancias en las que se registran mayores niveles de estrés.

Los fabricantes se han visto obligados a incorporar sistemas de seguridad en sus vehículos. Información

El estrés en la conducción surge, entre numerosos factores, de dos orígenes. El primero de ellos, indiscutible, es que las situaciones personales afectarán de forma directa en la manera de conducir de cada persona. Y, en segundo lugar, que el propio estado del tráfico puede influir en el accionar del conductor.

Soluciones tecnológicas para combatir el estrés

Es por ello que cada vez son más los fabricantes que presentan soluciones para hacer de la conducción algo más sencillo y libre de situaciones estresantes. Este es el caso de marcas como Lexus, Peugeot y Audi entre otras, que cuentan en su catálogo con vehículos optimizados y orientados a un transporte seguro y centrado en la conducción.

Lexus

Por ejemplo, el nuevo Lexus UX 250h cuenta con ciertas tecnologías que garantizan un viaje en el que las situaciones de estrés no estarán invitadas. Una de ellas es el Sistema de Precolisión con Detección de Peatones, el cual detecta otros vehículos y peatones que estén por delante. De esta manera, en caso de que el conductor no consiga reaccionar a tiempo, el sistema mismo activará los frenos y tomará el control del coche para reducir el impacto.

Otra de las tecnologías útiles en situaciones estresantes es la de advertencia de cambio de carril involuntario, el cual emitirá una suave vibración cuando detecte que el vehículo se ha desviado. Gracias a este sistema, el conductor recibirá ciertas señales sonoras y visuales para que retome el camino adecuado a la mayor brevedad posible.

El tercero de los sistemas interesantes es el de detección de ángulos muertos, gracias al cual el conductor podrá ver más allá de los límites de la visión periférica. Esta herramienta dará aviso al conductor cuando detecta algún objeto que no se aprecie en los espejos retrovisores.

Para mejorar aún más la seguridad, cuenta con el Lexus Safety System +, sistema orientado en prevenir accidentes para proteger tanto al conductor como a los pasajeros y a los peatones. Además, la ingeniería híbrida de Lexus garantiza una gran capacidad de respuesta con una eficiencia de consumo sobresaliente.

El UX 250h cuenta con una serie de tecnologías que garantizan una conducción segura. Lexus

Peugeot

Otra de las marcas que ha tomado cartas en el asunto es Peugeot, cuyo modelo e-2008 dispone de una serie de equipamientos tecnológicos con el objetivo de garantizar la seguridad y el confort del conductor. Entre las particularidades de este vehículo, cuenta con el modo active safety brake, el cual, en caso de detectar un riesgo de colisión, frena de forma automática para reducir o incluso evitar el impacto.

Otra de las facilidades es el distance alert, cuya función es la de alertar al conductor que debe reducir la velocidad cuando detecta demasiada cercanía con un vehículo, peatón u objeto en sus inmediaciones. Y, para ofrecer una seguridad aún mayor, suma una alerta activa que se encenderá cuando haya un cruce involuntario de la línea de carril y del arcén.

El modelo e-2008 dispone de sistemas para reducir e incluso evitar impactos con terceros. Peugeot

Audi

El último de los modelos a destacar es el Audi Q3, cuyos sistemas de asistencia velan por una conducción más segura y libre de distracciones. El asistente de conducción adaptativa ayuda a que el conductor tenga un control mucho más al detalle de lo que ocurre a su alrededor, sumado a un asistente de mantenimiento de carril y otro de tráfico congestionado.

Además, cuenta con el Audi side assist, conformado por dos sensores en la parte trasera que advierten al conductor si un vehículo está demasiado cerca, como así también detecta los puntos ciegos. De esta forma, el conductor percibirá una señal LED en el retrovisor y podrá actuar a tiempo.

La marca alemana ha presentado distintos asistentes de conducción en sus últimos modelos. Audi

Pero… ¿Cómo se configura el estrés al conducir?

El proceso de conducción puede verse afectado según tres fases respecto al estrés: Alarma, resistencia y agotamiento. En la fase de alarma, la energía generada por el organismo aumenta de forma considerable, aumentando así los niveles de adrenalina y tensión arterial. Los comportamientos característicos de esta fase son los referidos a la competitividad, agresividad y hostilidad.

La segunda de las fases es la de resistencia, en la cual al cuerpo se le es imposible soportar de manera equilibrada la situación de estrés junto con las demás funciones corporales diarias. En este contexto, aparecen las respuestas típicas de una situación estresante, esos síntomas característicos de estas situaciones, tales como dolor de cabeza, cansancio o trastornos gastrointestinales.

Y, al final, se llega a la fase de agotamiento, en la que el cuerpo ya no es capaz de gestionar de manera correcta el estrés. Es aquí donde el sistema inmunitario se debilita y, a nivel cognitivo, se presentan alteraciones en el estado de ánimo y en la concentración, entre otros aspectos.

Entre los factores referidos a la conducción que generan estrés destaca el hecho del aumento de responsabilidad en situaciones de tráfico. El conductor debe estar enfocado al completo en la conducción, por lo que tiene que estar atento a numerosos factores que pueden desencadenar en situaciones estresantes.

Asimismo, el factor tiempo influye de manera directa en el aumento del estrés. Las prisas hacen que se conduzca de una forma más agresiva e incluso inconsciente, lo que desencadena en una reacción de estrés.

En conclusión, conducir bajo sensaciones de estrés derivará en una notable baja en la reacción y en la toma de decisiones. Además, al conductor le costará de manera significativa mantener la atención en el tráfico, sufriendo así mayores distracciones.