¿Es la Estrella de Belén una representación del cometa Halley?

En uno de los cuadros más famosos de la Epifanía de los Reyes Magos, de Giotto, se puede observar la imagen de un cometa

Carmen Tomàs

Carmen Tomàs

La Epifanía de los Reyes Magos de Oriente es una de las celebraciones más esperadas de todo el año. Un día muy esperado por todos los niños (y mayores) por los regalos, costumbre que recuerda la adoración de estos reyes que, guiados por la estrella hasta Belén, llevaron sus presentes al niño Jesús. Un astro que, según los textos bíblicos del Nuevo Testamento, iluminó el camino a Melchor, Gaspar y Baltasar hasta el lugar donde se encontraban María y José con el recién nacido.

De la historia hay muchas interpretaciones, una de las más fiables la que atribuye la condición de “magos” según la terminología griega (magós), que significa, literalmente en lengua helena, hombres sabios. Y aunque dependiendo de la cultura el relato varía de una u otra forma, hay un detalle en esta tradición que podría demostrarse científicamente y que une la historia del arte con la astronomía: ¿La estrella de Belén que conocemos, según su representación pictórica, fue en realidad el cometa Halley?

En 1305 el pintor italiano Giotto di Bondone pintó uno de los cuadros más icónicos de los tres Reyes de Oriente, la “Adoración de los Reyes Magos” que se encuentra en la Capilla Scrovegni en Padua (Italia). En él aparece una estrella de Belén con una larga y brillante cola, tal y como hoy se representa en el imaginario colectivo. Y es probable que esta representación, también conocida como “La Epifanía”, tenga más de científico que de bíblico, puesto que, según los cálculos, durante la época en la que se realizó el cuadro el cometa Halley cruzó el cielo de Italia.

El meteoro Halley cruza la Tierra cada 75 años y, según muchos expertos pudo verse en los cielos de Italia sobre el año 1301. No sería de extrañar que Giotto se inspirara en el cometa para representar la estrella de Belén: desde la antigüedad los cometas, meteoros y astros han causado asombro, curiosidad, preguntas y necesidad de explicaciones, por lo que en ciertas culturas la visita de un cometa podía interpretarse como un cambio o el presagio de un suceso importante. Además, en el siglo XIV aún no se creía que los planetas, incluida la Tierra, orbitaran alrededor del Sol (teoría que llegaría con la aceptación de la teoría heliocéntrica de Copérnico, en el siglo XVI) por lo que fenómenos como los cometas resultaban impredecibles y mágicos. Se cree que el pintor italiano eligió el cometa Halley para representar la Adoración de los Reyes Magos y el nacimiento de Cristo, precisamente porque es muy probable que él mismo pudiera observarlo e inspirarse para inmortalizar la icónica estrella que habría llevado a Melchor, Gaspar y Baltasar hasta el portal de Belén.

¿Qué sabemos del cometa Halley?

El británico Edmund Halley (1656-1742) fue quien halló y registró evidencias del mismo avistamiento del cometa en los años 1531, 1607 y 1682. Fue nombrado con su apellido en su honor.

Este cometa tiene un periodo orbital de 74 y 79 años, con un promedio de 75 años entre cada paso cerca de la Tierra.

Giotto di Bondone, el artista italiano que pintó el cometa en su “Adoración de los Reyes Magos” tuvo a su vez su reconocimiento por los astrónomos: En el año 1986 una sonda espacial europea voló a 600 kilómetros del núcleo de cometa con el fin de tomar fotografías y estudiar su superficie, su coma y su gas en detalle. La sonda fue nombrada “Misión Giotto” en honor al pintor que realizó el que se cree que pueda ser el primer retrato realista del cometa.  

Atención a los lectores: En este artículo se habla exclusivamente de la representación de un cometa en un cuadro, no de la llegada de Majestades al nacimiento. El próximo día 6 de enero Melchor, Gaspar y Baltasar visitarán, como cada año, la casa de cada niño para dejar sus respectivos regalos.