Tragedia de Atalayas

La Policía Nacional atribuye la tragedia de las discotecas de Murcia a una "negligencia"

El informe definitivo de la Científica sostiene que hubo un único foco que se originó por las chispas de la máquina de fuego frío

Fachada de la discoteca Teatre, tras el incendio del pasado 1 de octubre.

Fachada de la discoteca Teatre, tras el incendio del pasado 1 de octubre. / JUAN CARLOS CAVAL

Alejandro Lorente

El informe definitivo de la Sección de Inspecciones Oculares de la Policía Científica sobre la tragedia de Atalayas en Murcia del pasado 1 de octubre, en la que murieron 13 personas en el incendio de las discotecas Teatre y Fonda, concluye, tras una minuciosa reconstrucción, que se trató de un incendio de 'tipo estructural', con colapso de la cubierta de la sala de Teatre. Según este informe, por la naturaleza del combustible implicado, se trata de un incendio de clase “A” (combustión de materiales sólidos) y en él hubo "un único y principal foco de fuego" en el falso techo de la sala Teatre, más concretamente en la zona en la cual se encontraba el escenario donde actuaban los DJ y se encontraba un altavoz. Las conclusiones de esta unidad de la Policía Nacional, tal y como ya adelantó La Opinión de Murcia, del Grupo Prensa Ibérica, aclaran que el origen del siniestro fue "la ignición causada por las chispas de la máquina de fuego frío en el falso techo", por lo que se consideran un "incendio de carácter accidental por negligencia". De esta forma, la Policía Científica descarta otras posibles causas "dada la ausencia de acelerantes de la combustión, de un fallo eléctrico o de la participación de terceras personas".

Para apuntalar este argumento, en el informe se cita el análisis de las zonas de mayor afectación, la declaraciones de varios testigos y la información aportada por los vídeos tomados por los asistentes a los espectáculos que programó Teatre esa noche, en los que se puede ver dos máquinas de fuego frío, cerca del escenario en el que actuaba el DJ, las cuales no respetaron la distancia de seguridad que marcan las recomendaciones técnicas: 1,5 metros. Además, los investigadores apuntan que, según se observa en los videos tomados durante el desarrollo de la velada, "se hace uso de una máquina de humo blanco, la cual para un correcto uso necesita de un ambiente con humedad. Esta circunstancia aumenta la probabilidad de que se produzca una reacción química entre el óxido de titanio quemado y el agua, creando una atmósfera inflamable". 

Fachada de la discoteca Teatre en las Atalayas tras el trágico incendio.

Fachada de la discoteca Teatre en las Atalayas tras el trágico incendio. / L.O.M.

Sobre el desarrollo del fuego, la investigación sostiene que en una primera fase "se desarrolla de manera lenta, por este falso techo, hasta que por el tipo de construcción, con una mala unión de los paneles metálicos a la estructura del edificio, se facilita un aporte de oxígeno que hace que el incendio rompa y se desarrolle de manera más acentuada y virulenta". El informa también hace constar que la separación entre las salas siniestradas, mediante una pared de pladur, es "poco resistente al fuego. En esta pared existen dos puertas, una de ellas en el piso inferior y otra en la parte superior, que se encuentra "próxima a donde se desarrolla el incendio con más virulencia, convirtiéndose en la vía por la cual el incendio penetra en la sala La Fonda Milagros", que debido a su decoración (con mucho elementos inflamables) genera una "carga de fuego muy elevada".

Por otra parte, la investigación de la Policía Nacional también hace numerosas menciones a los obstáculos que se encontraban en las diferentes vías de evacuación y que varias puertas de emergencia se encontraban cerradas durante la noche del siniestro.

Cabe recordar que la titular del juzgado de Instrucción número 3 de Murcia asumió las diligencias abiertas por 13 delitos de homicidio imprudente en el incendio en la zona de Atalayas. Los responsables se enfrentarían a penas de hasta cuatro años de cárcel, según explicó en su momento a La Opinión el fiscal superior de la Región, José Luis Díaz Manzanera. Al haberse producido un elevado número de víctimas, la condena podría llegar incluso a los nueve años, aunque la legislación no concreta cuántas víctimas deben producirse para que se imponga esta pena máxima. Las diligencias de la Fiscalía también se orientarán a averiguar si «ha habido omisión de medidas de prevención» destinadas a evitar el fuego.