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Absueltos dos acusados de una estafa de 21.500 euros con un rito de santería

Un magistrado de Alicante concluye que no hay pruebas para dictar una condena ante las versiones contradictorias de las partes

Entrada al Palacio de Justicia de Benalúa de Alicante. José Navarro

Un juzgado de lo Penal de Alicante ha absuelto a los dos acusados de una estafa de 21.500 euros a una mujer a la que ofrecieron una cura milagrosa mediante un ritual de santería. El fallo no entra a valorar la eficacia de estos supuestos tratamientos, ni tampoco en el juicio hubo complicadas pruebas periciales. La vista oral solo consistió en la declaración de los acusados y de la víctima, que dieron una versión diametralmente opuesta de los hechos. Ante esto, el juez concluye que no ha quedado nada probado y que procede la absolución de los acusados. Por no considerar probado, no ve acreditado ni que el dinero presuntamente estafado realmente llegara a entregarse. De todas maneras, el fallo no es firme y contra él cabe recurso.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2019, cuando la denunciante acudió al centro de terapias naturales y estética de los dos acusados en el barrio de El Pla de Alicante en busca de tratamientos para sus problemas de salud. Tras entablar amistad con el matrimonio que regentaba el centro, éstos le propusieron un ritual conocido como la «ceremonia del santo» con el que se resolverían sus dolencias. El precio fijado era de 10.000 euros, pero los acusados le habrían exigido también que al ritual se sometieran también tanto el marido de la víctima, como su hija, y para lo que le llegaron a pedir hasta 11.500 euros más y que ésta aseguró haber pagado. Sin embargo, la mujer sostuvo que a pesar de haber pagado el dinero, los acusados no hicieron ritual alguno y éstos jamás le devolvieron lo abonado.

Frente a esta versión, los dos acusados, que estaban defendidos a través del turno de oficio por los abogados María García Olcina y José Luis Marchante, dieron una versión totalmente diferente durante el juicio. La pareja aseguró que el ritual sí que se llevó a cabo y que ellos no cobran nada por la ceremonia. Según explicaron, lo único que se aceptan son donaciones voluntarias para comprar material para la casa-templo, entre el que se incluyen las velas, y que en ningún caso recibieron cantidades tan altas por parte de la denunciante. En la santería, las ceremonias se realizan en las viviendas particulares de los propios sacerdotes, por lo que los donativos se destinan a financiar cosas relativas a este culto, de acuerdo con este versión. Ninguno de los dos procesados tenía antecedentes penales por otros hechos delictivos.

Ante estas versiones tan diferentes entre sí, en las que para dictar sentencia se ha de optar entre a quién de los dos cree más, el magistrado ha concluido que no existe suficiente prueba de cargo para enervar el principio de presunción de inocencia. La sentencia, de apenas tres folios, no considera probados los hechos relatados en el escrito de acusación y procede a la absolución de ambos acusados, al prevalecer el principio de presunción de inocencia. 

Desde la Fiscalía se solicitaba una pena de 18 meses de prisión por delitos de estafa y de apropiación indebida, así como la devolución del dinero a la perjudicada, cargos que mantuvo al término de la vista oral. Unas pretensiones que no han sido estimadas tras la absolución de los dos acusados. Aunque contra el fallo cabe recurso, la víctima no estaba personada en el proceso como acusación particular y la acción penal la ejercía únicamente el Ministerio Público.

La mujer alegaba que había tenido hasta que solicitar un crédito con hasta 500 euros de intereses para poder pagar el tratamiento que le ofertaron los dos acusados, encontrándose con que éstos se quedaron el dinero. Una cantidad que habría ido reuniendo durante dos meses. Sin embargo, el fallo ni siquiera da por acreditado el pago del dinero, por lo que ni siquiera entra a valorar la supuesta eficacia de los tratamientos que los dos acusados ofrecían.

Timos que no se acaban denunciando por vergüenza

Según la Guardia Civil, las cifras reales de las estafas son muy difíciles de averiguar, ya que muchas personas timadas suelen tener bastante miedo o vergüenza a denunciar. El hecho de que estas cantidades se paguen en B y al margen de la actividad comercial normal se convierte en un obstáculo para poder acreditar algo en el momento del juicio. En el caso de este tipo de fraude, se lleva a cabo mediante la videncia o santería. Para ello, el santero se gana la confianza de la víctima para apropiarse de su patrimonio y del de sus familiares más próximos. J.A.M.

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