La red de falsificadores de billetes de 500 euros que tenía un laboratorio que desmantelado el pasado mes en una nave de La Nucía, como ya adelantó este diario, produjo unos ocho millones de euros en moneda falsa en otro taller que tenía instalado en la provincia de Valencia, según la información facilitada hoy por la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra. Dicho laboratorio paró la producción con motivo de la pandemia del covid al no poder realizar pedidos de material a China y la red trasladó la maquinaria a la nave de La Nucía, donde estaba almacenada a la espera de encontrar otra nave donde llevarla para falsificar de nuevo billetes.

La cifra de detenciones se ha elevado finalmente a 12 personas en las provincias de Alicante, Barcelona, Málaga, Teruel y Valencia. Los responsables de esta operación conjunta de la Policía Nacional, Mossos d’Esquadra y Europol han coincidido en asegurar que el laboratorio desmantelado en La Nucía era el "más importante y activo de Europa de la última década en la producción de billetes falsos de 500 euros".

Según la Policía, las investigaciones policiales comenzaron a mediados del año 2021, al detectarse la circulación de billetes falsos de 500 euros de una gran calidad, cuya incidencia afectaba a gran parte del territorio nacional. Por un lado, la Brigada de Investigación del Banco de España, como Oficina Central Nacional para la falsificación de moneda, tuvo conocimiento de numerosos hechos delictivos por todo el territorio nacional con billetes falsificados de este indicativo. Los agentes contaban, además, con la identificación del principal sospechoso de los hechos, quien ya fue detenido en 2009 por hechos similares en Gandía, como publicó este diario. El nuevo billete falso tenía muchos nexos en común con el que se hizo en 2009, teniendo el impresor un alto conocimiento en artes gráficas.

Asimismo, los Mossos d’Esquadra de la Unidad Central de Falsificación de Moneda localizaron el 14 de agosto de 2021 una bolsa de deporte con 4,3 millones de euros en billetes falsos de 500 que estaba escondida en un paraje boscoso de la provincia de Barcelona, en la localidad de Cervelló. Esta bolsa fue abandonada un día después de ser descubierta una persona que compró una bicicleta eléctrica en una tienda de Barcelona mediante dos billetes de 500 euros falsos.

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La red del laboratorio de La Nucía falsificó ocho millones en billetes de 500 CARLOS LUJÁN/JAVIER LIZÓN

Los investigadores pudieron identificar huellas dactilares con personas que tenían antecedentes por falsificación de moneda y el informe pericial realizado por el Centro Nacional de Análisis del Banco de España confirmó que se trataba de la misma falsificación que los billetes del falsificador apresado en Gandía. Gracias al análisis de los billetes se pudo identificar al impresor y a cinco personas más, muchas de ellas del entorno más cercano al falsificador.

Los miembros del grupo criminal se conocieron en la cárcel de Picassent cumpliendo condena por diferentes delitos y al salir de prisión continuaron con su amistad. El impresor los volvió a reunir en una nave de la provincia de Valencia, donde habría vuelto a montar un nuevo laboratorio gráfico, y durante unos tres meses estuvieron produciendo billetes falsos de 500 y llegaron a imprimir unos ocho millones de euros en moneda falsa. El dinero falsificado era destinado presuntamente a la comisión de diferentes actividades delictivas, como la compra de droga, según los investigadores.

El principal investigado apresado en la Marina Baixa vivía cómodamente con su mujer y su hija pequeña. Llevaba una vida ociosa desde que salió de la cárcel e hizo acopio de material. Cuando tuvo el laboratorio ya instalado, reunió de nuevo a su grupo criminal para iniciar otro proceso de producción de billetes falsos. Los billetes siguieron entrando en diferentes ciudades, pero en pequeñas cantidades.

La pandemia paralizó la producción de billetes al no poder realizar nuevos pedidos de material a China, ya que se encontraba cerrada comercialmente. Por ello, la red decidió trasladar el laboratorio hasta una nave de La Nucía próxima al domicilio del impresor.

Se trataba de una nave bastante discreta y que era usada únicamente para almacenar el laboratorio, a la espera de encontrar una nueva nave para la producción. Allí el impresor se sentía bastante seguro, y aparecía con cierta asiduidad, principalmente para reparar vehículos que posteriormente vendía en portales de Internet.

Este grupo criminal buscaba de nuevo financiación con la idea de trasladar el laboratorio a otro lugar e iniciar el proceso de producción de billetes de 500 euros falsos. Inicialmente pensaron en Brasil, pero finalmente se decantaron por Francia.

Una vez recopilada toda la información sobre el grupo la Policía y los Mossos procedieron a la fase de explotación y detuvieron a 12 personas de manera simultánea en las provincias de Valencia, Alicante, Barcelona y Málaga, donde se registraron seis domicilios y dos naves industriales, además de una caravana en Teruel.

La investigación ha sido tutelada por el juzgado de Instrucción número 4 de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) y se han practicado entradas y registros en Xirivella, Sagunto, Altea, La Nucía, Terriente, Sant Cugat del Valles y Cervelló. Como ya publicó este diario, los detenidos pasaron a disposición judicial imputados por los delitos de la falsificación de moneda y pertenencia a grupo criminal y los principales investigados, incluido el impresor y el líder del grupo, ingresaron en prisión preventiva.