La Audiencia de Alicante ha impuesto catorce años y nueve meses de prisión a un hombre acusado de agredir sexualmente de manera continuada a una niña de diez en Novelda para vengarse de la madre, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. El procesado era el tío abuelo de la menor y con frecuencia a su casa iban la víctima y su hermana y que iban a jugar con el hijo de siete años de éste. El fallo considera acreditado que además de la conducta libidinosa del acusado, de 58 años de edad, había un ánimo de revancha hacia la madre de la menor cuando la agredía sexualmente. Dada la gravedad de los hechos, el procesado se encontraba en prisión desde que se presentó la denuncia. La sentencia le impone además una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse o contactar con la menor durante 16 años, así como una indemnización de 10.000 euros por los daños morales.

Los hechos se produjeron desde septiembre de 2020 y por espacio de un año, en el domicilio del procesado en Novelda, donde acudían con frecuencia tanto la víctima como su hermana para jugar con el hijo del procesado, de siete años. La Audiencia ve acreditado que en al menos cinco ocasiones el procesado aprovechó los momentos en los que se quedaba a solas con los niños, para mandar a su hija y a una de las hermanas a jugar, mientras él encargaba a la víctima que se quedara para tareas del hogar, como lavar los platos o limpiar. Una vez en la cocina, comenzaba a sujetarla por cintura con ánimo libidinoso por encima de la cintura, tocando sus partes íntimas. Después se la llevaba a la habitación con ánimo de atentar contra la libertad sexual de la niña, obligándola a que le chupara el pene. La sentencia ve acreditado que el acusado infundía temor y nerviosismo a la víctima. Cuando ésta le pedía que la dejara en paz, respondía: “no, porque me quiero vengar de tu madre”.

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Los magistrados ven probado que el ánimo de revancha y la animadversión hacia la madre de la víctima, con quien tenía una mala relación, estaban entre las motivaciones del acusado. El fallo relata que con frecuencia la insultaba debido a que la hacía responsable de su ruptura matrimonial. Fue al propio acusado a quien, en una discusión durante un cumpleaños familiar en el que había bebido de más, se le escapó lo que hacía con la niña. En el fragor de la disputa le dijo a la madre que su hija y ella eran unas putas y que la menor le chupaba el pene. Inmediatamente trató de rectificar, diciendo que se estaba refiriendo a una hermana ya fallecida. Pero la mujer se fue directamente hacia su casa a preguntar a su hija y ésta le confesó todo lo que pasaba. La madre presentó la denuncia de inmediato.

La Audiencia ha dado total credibilidad al relato de la menor que, según argumentan los magistrados, contestó de manera coherente a todas las preguntas, sin que se apreciaran incoherencias, vacilaciones, lagunas o contradicciones. “De hecho, en algunos momentos se mostró muy afectada por los sucesos vividos”, apostilla el tribunal. Además los magistrados valoran que detalles de su relato se ven confirmados por el testimonio de los familiares.