La huelga de los LAJ pospone la declaración de una niña apartada de su padre por una supuesta agresión sexual

La acusación particular ha reclamado la prueba pero le han respondido verbalmente que no es posible por la protesta de los letrados de la Administración de Justicia

Un detalle durante una de las concentraciones de letrados judiciales en los juzgados de Benalúa.

Un detalle durante una de las concentraciones de letrados judiciales en los juzgados de Benalúa. / Rafa Arjones

Mercedes Gallego

Mercedes Gallego

Aunque la casuística es amplia y variada, acorde con las alrededor de las 6.000 actuaciones procesales que ya se han suspendido en la provincia por la huelga que los letrados de la Administración de Justicia mantienen desde hace un mes, hay casos más sangrantes. 

Tal es el de una pequeña de tres años, supuesta víctima de una agresión sexual por parte de su padre al que la jueza ha suspendido cautelarmente la patria potestad además de prohibirle que se acerque a menos de 300 metros de la menor así como de su domicilio, de su colegio y de allá donde se encuentre, y de comunicarse con ella a través de cualquier medio.  

La jueza ha adoptado medidas de semejante calado tras estimar que existen indicios de que el padre habría besado a pequeña en los labios, pasándole la lengua por los mismos, además de hacerle tocamientos en los genitales, hechos que el progenitor niega.

 El auto que concluye con este fallo recoge que estos indicios se desprenden del testimonio de la madre, quien denunció los hechos después de que su hija empezara a besarla y a chuparle los labios y, a la pregunta de quién le había enseñado a hacer eso, le respondiera que «su papi».  

También añadió que «le rascaba los genitales quedando esta manifestación constatada, fundamentalmente, por el visionado de los tres vídeos que la madre acompañó en la denuncia», donde la niña relata estas prácticas.

Dado que estas medidas cautelares, que cuentan con el apoyo del Ministerio Público, son «de carácter provisional y transitorio a fin de apartar a la menor de un peligro y evitarle perjuicios en su entorno familiar», el letrado de la acusación particular, Valentín Quiroga, solicitó inmediatamente la exploración (el relato de los hechos) por parte de la niña. Argumentó la urgencia de esta diligencia «ante el riesgo de que, cuanto más tiempo transcurra, más posibilidades hay de que se pierda la prueba ya que afectaría a la calidad del relato, máxime teniendo en cuenta la corta edad de la menor». 

 El letrado asegura que ni se le permitió registrar la solicitud y que, de modo verbal, se le indicó que no se podía hacer debido a huelga de los letrados de la Administración de Justicia.