Juzgan a una red por exportar hachís y «maría» en calentadores desde Alicante

Piden penas de 6 años y tres meses a cinco acusados de traficar con más de dos toneladas de droga destinada a Alemania, Italia, Francia y Holanda

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia de Alicante.

Uno de los acusados al llegar a la Audiencia de Alicante. / DELGADO

Cinco acusados han negado este martes en la Audiencia Provincial que formaran parte de un entramado criminal dedicado a la distribución desde Alicante de marihuana y hachís que exportaban a países como Alemania, Italia, Holanda y Francia. La droga, que era cultivada en una finca de Aspe, era ocultada en calentadores de agua y filtros para piscina que eran sellados con espuma de poliuretano para tratar de no ser descubiertos. La marihuana y el hachís incautado por la Policía en Alicante, Francia y Holanda a la organización supera las dos toneladas y la Fiscalía solicita penas que suman seis años y tres meses de prisión para cada procesado.

La primera sesión del juicio, que ha comenzado hoy en la Audiencia de Alicante y seguirá el viernes, se ha dedicado únicamente al interrogatorio de los procesados, defendidos por los abogados Aitor Esteban Gallastegui, Laureano del Castillo y Pedro Bermúdez. Los acusados han negado su implicación en la trama desmantelada por la Policía Nacional y uno de ellos no ha declarado, ni siquiera a las preguntas de su abogado, como han hecho dos encausados.

Cultivo en Aspe

Los hechos enjuiciados se remontan a 2016. Según la acusación del fiscal antidroga, los acusados se dedicaban al cultivo de cannabis en una finca de Aspe para su posterior venta y distribución en otros países de Europa, como Italia, Francia y Alemania. La droga era camuflada en calentadores de agua y filtros para piscina y para ocultar los envíos de sustancias estupefacientes la organización constituyó dos empresas con sendos «testaferros», a los pagaron dinero a cambio de figurar como administradores de las sociedades, según sostiene la acusación pública.

Una vez creadas dichas sociedades compraban a su nombre termos eléctricos de agua y filtros de depuradoras de piscina para esconder el hachís y la marihuana.

Un policía traslada a la Audiencia de Alicante a uno de los procesados.

Un policía traslada a la Audiencia de Alicante a uno de los procesados. / DELGADO

Para cultivar el cannabis sativa, la Fiscalía afirma que los acusados alquilaron una finca de Aspe con opción a compra, propiedad por la que pagaban 2.000 euros mensuales.

La Policía Nacional de Alicante fue alertada el 7 de febrero de 2018 de la incautación en Francia de algo más de una tonelada de hachís oculto en 40 calentadores de agua que estaban siendo transportados en un camión a Berlín.

La mercancía fue enviada desde una empresa del polígono de Las Atalayas en Alicante y agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) acudieron a sus instalaciones y comprobaron que aún tenían dos palés de una de las empresas sospechosas con destino a Italia. Descubrieron que eran cajas con filtros de piscina y en su interior había 44,3 kilos de cogollos de marihuana envasada al vacío en bolsas de plástico.

El 8 de febrero incautaron 221 kilos de hachís en doce calderas que llegaron a Holanda y el día 9 la Policía averiguó que iban a enviar 11 palés a Francia e Italia desde la misma empresa de Las Atalayas. Por ello, tras descargar la mercancía en el polígono los agentes incautaron casi otra tonelada de hachís y marihuana dentro de calentadores de agua.

Asimismo, en una finca de Aspe intervinieron más de 1.200 plantas de marihuana y 1.348 esquejes. Para dicha plantación, la red tenía un enganche ilegal de luz y el fiscal acusa a la red de un fraude de casi 30.000 euros.