El Ayuntamiento de Aspe decreta el cierre cautelar de la gallera al saber que se iba a celebrar otra pelea de gallos

Apenas diez días después de que la Policía Nacional asestara un golpe al negocio ilegal de las peleas de gallos en la provincia deteniendo a una veintena de hombres mientras se estaba celebrando una en el local de Aspe denominado Gallera El Chato, el alcalde de la localidad, Antonio Puerto (IU), ha decretado el cierre cautelar del establecimiento al tenerse conocimiento este sábado de que iba a tener lugar otra competición de similares características.

Una actividad que, lejos de moverse en la clandestinidad, como correspondería a una actividad ilícita, se publicitó, entre otros medios, a través de carteles donde aparecía con claridad meridiana la fecha del evento (este pasado sábado 27), la hora de los pesos y las tientas (las 10, las 12 y las 13 horas), el reclamo de que se garantizaba «un día de sorpresas» y los precios de las entradas: 30 euros la general y 50 la VIP.

El local, que lleva cerrado provisionalmente desde el sábado por la mañana, nada más saberse que se iba a celebrar otra pelea de gallos y antes de que comenzara, consta como sede de la «Peña gallística Levante», inscrita en el Registro de Asociaciones de la Comunidad desde el 22 de diciembre del 2022.

Es decir, un establecimiento no abierto a otras personas que no sean miembros/socios de la citada peña que acudan allí a reunirse.  

«Uso fraudulento»

Aunque fuentes municipales aseguraron a este diario que el Ayuntamiento había iniciado los trámites para retirarle la licencia de apertura, lo cierto es que la actividad declarada del local, como sede de una asociación, no requiere de ese tipo de permiso. El cierre decretado el sábado se apoya en el «uso fraudulento» del establecimiento al no utilizarse para lo que está declarado.

Con independencia de lo que oficialmente conste en el Registro de Asociaciones, lo cierto es que son pocos en Aspe los que desconocen cuál es el motivo por el que se acondicionó el local y la actividad que realmente se desarrolla en su interior, que retrotraen a unos nueve meses atrás. 

Tras la intervención policial del pasado día 18, los agentes destacaban el nivel de la gallera, en cuya construcción se han utilizado materiales de calidad y que cuenta con capacidad para unos dos centenares de asistentes. 

En el expediente por el que se inscribió la «Peña Gallística Levante» se afirma que «cumple con los requisitos señalados por las disposiciones mencionadas para ser considerada como una manifestación del derecho fundamental de asociación reconocido en la Constitución». 

Una investigación de la UDyCO (Unidad de Droga y Crimen Organizado) de la Brigada de la Policía Judicial de la Comisaría de Alicante sobre una supuesta trama delictiva dedicada a la organización de competiciones de peleas de gallos se saldó con la detención de 19 personas de las más de 150 que desde varios puntos de España y Francia habían acudido a esa competición, una de las de mayor seguimiento del país.

A los arrestados, que quedaron en libertad con cargos tras pasar la noche en los calabozos de la Comisaría provincial, se les imputa los delitos de maltrato animal y pertenencia a organización criminal.

Los agentes se incautaron de 18 gallos, a los que se les habían cortado las crestas y arrancado los espolones para prepararlos para las riñas, además de 26.000 euros, varias dosis de cocaína y una navaja. 

Entre los arrestados se encuentra el responsable del local, al que los investigadores consideran el principal investigado como promotor de la actividad y quien tiene pendiente un proceso por tráfico de drogas por el que ha estado en prisión preventiva. Un familiar figura al frente de la peña gallística.