Un hombre armado con una pistola y que tapaba su cara con una pasamontañas atracó el pasado miércoles una tienda de objetos de regalos y papelería en Rojales consiguiendo un botín en metálico de varios cientos de euros que le fueron entregados por el dependiente del establecimiento. Éste no ofreció resistencia alguna ante las amenazas del ladrón.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 17,15 horas en el establecimiento, situado junto a la avenida Costa Azul, de la urbanización Ciudad Quesada, cuando el empleado procedía a hacer la devolución de los periódicos sobrantes del día. En esos momentos se encontraba de espaldas a una de las puertas mecánicas de entrada al establecimiento por donde accedió el atracador. Al volverse comprobó cómo el hombre, con la cara cubierta con un pasamontañas y que vestía un mono azul, le estaba intimidando, apuntándole en la cabeza con la pistola. A continuación le obligó a entregarle todo el dinero en efectivo de la caja del día para lo cual incluso le dio una bolsa de plástico, a lo cual accedió sin oponer resistencia por temor a sus represalias.

Bolsa

Mientras que el dependiente metía el dinero en la bolsa el atracador le dijo que lo hiciera más rápido y, una vez con el botín en sus manos, le advirtió de que no llamara a la Policía. Momentos antes, al intentar el empleado echar las monedas a la bolsa el ladrón le dijo que parara porque no quería más.

Al parecer, el ladrón de entre 30 y 40 años, actuó sólo y tras conseguir el botín en metálico se dio a la fuga a pie por la urbanización. El hombre hablaba perfectamente español, aunque por su acento se sospecha que se trata de un extranjero, según fuentes consultadas.

El propietario de la tienda quiso ayer hacer un llamamiento a todos los comerciantes de la zona para que extremen las precauciones para evitar ser objeto de atracadores, principalmente al anochecer, cuando las calles de la urbanización Ciudad Quesada se quedan prácticamente vacias.

Los hechos han sido denunciados en el cuartel de la Guardia Civil de Almoradí cuya área de competencia incluye Rojales tanto por parte del propietario del negocio como del empleado que fue atracado.

Éste, en su denuncia, señala que "temió por su vida" cuando escuchó cómo el atracador, al parecer, montaba su arma. El local asaltado cuenta con dos cámaras de seguridad que en el momento del robo al parecer estaban apagadas.