Cientos de feligreses acompañaron ayer a la Virgen del Carmen y la Virgen de las Virtudes en una procesión que trasladó las tallas desde la Iglesia de San Juan Bautista hasta el convento de Cox. Acabada la remodelación integral del templo, que ha durado un año, la imagen de la patrona luce ya en el camarín del nuevo altar. Será el próximo domingo cuando el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, oficiará la ceremonia con la que se inaugurará este rincón de culto y dará comienzo el Año Jubilar.

Mientras tanto, la patrona y los vecinos han comenzado a disfrutar de un nuevo templo en el que los restauradores han recuperado pinturas barrocas del siglo XVIII, han instalado nuevas medidas de seguridad y de accesibilidad y han recuperado rincones como el "pudridero", con restos de frailes.