Varias decenas de agricultores de la comarca de la Vega Baja se concentraron el pasado sábado junto a la infraestructura que trae agua desde el río Tajo hasta el Segura, a su paso por la pedanía oriolana de La Murada, para exigir a la clase política que garantice la continuidad de un trasvase que consideran vital para el sector agrario. Los asistentes a la convocatoria, organizada por La Unión de Agricultores y Ganaderos, pidieron que se deje de utilizar el agua como arma electoral y que dicho recurso sea gestionado por una comisión de expertos al margen de colores políticos.

El responsable autonómico en materia de Agua de este sindicato, Ernest Blasco, trasladó que los agricultores están "molestos por la falta se seguridad" que aseguran sentir ante la posibilidad de que este trasvase continue en mayor o menor medida, y recordaron que son muchos los puestos de trabajo que en este área de la provincia dependen directa o indirectamente de que llegue el agua desde el Tajo. En este sentido, condenó que las políticas hídricas se hayan venido utilizando como una herramienta de confrontación entre los dos grandes partidos. El único alcalde que acudió fue Luis Vicente Mateo, de Benferri, quien destacó cómo de niño la Vega era un secarral y el agua trajo riqueza y futuro a la comarca.

Preguntado sobre si el agua de la desalinizadora de Torrevieja podría garantizar parte de los recursos hídricos en caso de que hubiera restricciones a la llegada de agua vía canal Tajo-Segura, Blasco consideró que puede ser una alternativa para liberar recursos para el sector de la agricultura, es decir, que en épocas de sequía dicho agua se puede destinar, por ejemplo, a llenar piscinas o regar campos de golf, pero en ningún caso a los cultivos. En este sentido recordó que el metro cúbico de agua desalada roza los 40 céntimos por metro cúbico.