Una tromba de agua de apenas media hora sorprendió ayer a los vecinos de Rojales y afectó especialmente a las calles del centro del municipio, que se inundaron rápidamente y se convirtieron en verdaderos ríos. En torno a las 12 horas la calle Valentín Fuster presentaba este aspecto, a pesar de que el Ayuntamiento instaló durante el invierno pasado unas rejillas nuevas de alcantarillado. i. j. i.