La plaza que da pie al principal acceso a la iglesia parroquial de Jacarilla continúa acordonada desde que el pasado viernes se desprendió la campana de las fijaciones que la mantienen en lo alto del campanario. El Ayuntamiento ha encargado un informe técnico para aclarar quién ha de sufragar la reparación, si el consistorio o la diócesis de Orihuela-Alicante.

La alcaldesa del municipio, Belén Martínez, explicó ayer que el templo no es de propiedad municipal pero al "tratarse de un elemento cultural" del pueblo no sabe con certeza cuál de los dos entes tendría que acometer los trabajos para volver a colocar la campana en el lugar que le corresponde. De igual modo, señaló que este edificio no está protegida como un Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que en principio tampoco podría recibir una subvención directa de la Generalitat para sufragar los costes de su reparación.

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de diciembre cuando, por motivos que se desconocen, el pesado elemento se desprendió de sus anclajes y acabó cayendo al interior del campanario. Aunque la campana no cayó al exterior y, por lo tanto, no hubieron desperfectos en la plaza anexa, la Guardia Civil acordonó el perímetro que bordea el campanario como medida de precaución, puesto que todavía no se conoce si existen otras partes del edificio que puedan estar dañadas. Desde entonces los feligreses que acuden al templo tienen que acceder a su interior por una calle paralela dado que el campanario se situa justo encima de la principal vía de entrada a la iglesia.

Así las cosas, será el informe del secretario municipal el que tendrá que señalar quién ha de pagar las obras que, casi con toda seguridad, tendrán que acometerse tras llevar a cabo una evaluación del estado global en que se encuentra el campanario.

"San Martín" cumple dos años y medio protegido con redes

El hecho de que un templo esté catalogado como Bien de Interés Cultural no garantiza que la Generalitat aporte con agilidad medios económicos para su mantenimiento y restauración cuando sufre daños. El campanario de la iglesia arciprestal de San Martín de Callosa, edificio declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, lleva más de dos años y medio rodeado de redes tras el desprendimiento de una parte de su cornisa. Hasta ahora no se ha materializado ninguna subvención para su arreglo.