Ambiente festivo. Los comparsistas estaban deseando que comenzaran las fiestas de Moros y Cristianos y lo demostraron ayer radiando alegría en la ofrenda floral a las Santas Justa y Rufina, los dos luceros que guiaron a los cristianos en su lucha por reconquistar la ciudad. Sin embargo, los festeros no solo se acordaron de las copatronas de la localidad ya que pensaron en aquellos que más lo necesitan y, además de portar un ramo de flores, llevaron alimentos a los voluntarios de Cáritas y Cruz Roja, entidades que se van a encargar de repartirlos entre aquellas personas que se encuentran en una mala situación económica.

Ambas organizaciones caritativas instalaron una mesa en la Glorieta Gabriel Miró y allí se acercaron representantes de todas las comparsas, tanto moras como cristianas, para poner su granito de arena a esta causa durante estas fiestas como también están haciendo los vecinos de distintas localidades de la comarca de la Vega Baja. Precisamente, desde allí partió la comitiva que llenó por primera vez de luz y color las calles de Orihuela que esta semana van a acoger numerosos actos en conmemoración del 771 aniversario de la Reconquista.

Los encargados de abrir el desfile en esta ocasión fueron los festeros del bando moro y su comparsa embajadora, los Moros J'Alhamed. Tras ellos y a ritmo de pasodoble, se encontraban los defensores del bando de la cruz encabezados por los Caballeros de Santiago.

Pequeños y grandes disfrutaron de este desfile donde todos esperaban ver la primera aparición de los cargos festeros de este año: la heroína de leyenda que emprendió la lucha contra la invasión musulmana, la Armengola, representada por Asun Ruiz, y los embajadores de ambos bandos Eusebio Martínez por el moro y Jacob Murcia por el cristiano.

Con ellos también iban el resto de cargos de la Asociación de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina así como su presidente, Antonio Manuel García, quien lució por primera vez el traje oficial que la Junta Central ha escogido para que los organizadores de los desfiles vayan uniformados.

Ramos para la Virgen

Un año más los cargos festeros también ofrecieron sus flores a la patrona de la ciudad, la Virgen de Monserrate al pasar por su Santuario. Todos tuvieron la oportunidad de subir al camarín de la Patrona para pasar bajo su manto, donde se encontraban las camareras de la Virgen y miembros de la archicofradía. Tras este acto, el desfile que siguió su curso llegó hasta la Iglesia de las Santas Justa y Rufina. Allí, los Caballeros de Santiago cogieron a las santas y el desfile se convirtió en una procesión que llevó a los festeros hasta la Catedral de El Salvador donde van a permanecer las santas hasta el día del Oriol, el próximo 17 de julio.

Los festeros dejaron sus flores en la capilla del Loreto y los cargos en la seo. Allí, como marca la tradición, la Armengola colocó su cinta en la bandera de la Junta Central con el resto de cintas de todas aquellas mujeres que se han convertido en heroínas de la ciudad por un año.