Orihuela ha sido sancionada en los últimos dos años con sendas multas de 300.000 euros por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) por la mala calidad que hace de sus vertidos al río Segura desde las depuradoras de aguas residuales. Sin embargo, estas instalaciones que «están estropeadas y desfasadas» no son de titularidad municipal sino autonómica ya que dependen de la Entidad Publica de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunidad Valenciana (Epsar). La empresa pública, según criticó el edil de Medio Ambiente Manuel Gallud, no ha invertido en la mejora o reparación de las depuradoras durante diez años pese a que los oriolanos pagan 5,5 millones de euros al año del canon de saneamiento «y la Conselleria solo gasta 1,2 millones al año en mantenimiento de estas instalaciones».

El ecologista declaró ayer que desconoce qué hace la Generalitat con los 4,3 millones que recibe de los impuestos de los ciudadanos e indicó que comprende que «se invierta por solidaridad en municipios más pequeños pero no que nos dejen de lado a nosotros». En este sentido, Gallud criticó que «no es de recibo que la Generalitat haya invertido en los últimos diez años 40 millones de euros en Torrevieja mientras que aquí no ha hecho nada».

Pero para el edil, «todo esto tiene una explicación: cualquier observador se puede dar cuenta de que es una cuestión política y no técnica», a lo que añadió que «el Partido Popular de Valencia no se llevaba bien con el PP de Mónica Lorente y tampoco con el gobierno actual, que ya no es popular, pero sí con el exalcalde torrevejense Pedro Hernández Mateo».

Esta situación y «porque nuestros técnicos municipales no dan abasto», matizó el alcalde Monserrate Guillén, llevó al bipartito (LV y PSOE) a contratar una asistencia técnico-jurídica, «que nos ha permitido reducir la multa de la CHS de 300.000 a 50.000 euros poniendo recursos contra la sanción del organismo hídrico». Precisamente la Junta de Gobierno de ayer aprobó la quinta factura de este contrato por valor de 1.802 euros, ya que al año este servicio supone un gasto para las arcas municipales de más de 20.000 euros.

Posible acuerdo

Gallud anunció ayer que desde el Ayuntamiento se han iniciado conversaciones con el Consell para que comience a invertir y mejorar la depuradora de Hurchillo y la construcción de una nueva en el casco urbano porque es «la que más estropeada y pasada de rosca está». Sin embargo, y dada la experiencia del Consistorio con la Generalitat en este sentido, el ecologista señaló que en el caso de que la Epsar no invierta en la mejora de sus instalaciones en la ciudad para que el agua cumpla con las directivas europeas, «vamos a hacer que la empresa pública se haga cargo de las sanciones porque nosotros no tenemos que pagar algo que no es nuestra culpa».

Para demostrar el mal estado de los vertidos por el que el Ayuntamiento recibe las multas, el concejal llegó a asegurar que el agua de la depuradora no sirve «ni para baldear las calles» y recordó que el Consistorio realizó un proyecto instalar una nueva depuradora en el casco urbano en el año 2006 «pero el equipo de gobierno del PP no realizó bien la gestión y perdimos la financiación».

Mosquitos

El ecologista arremetió contra la Generalitat Valenciana en su comparecencia que realmente estaba convocada para anunciar la charla que acogerá el próximo viernes 15 el auditorio de La Lonja bajo el título «Mosquitos, esos indeseables vecinos». La conferencia que tendrá lugar a las 20 horas y estará a cargo del profesor de la universidad de Zaragoza Javier Lucientes, tratará de acercar a los vecinos las distintas tipologías de estos insectos así como las medidas preventivas que el ser humano debe tomar para evitar que se reproduzcan. En este sentido, la técnico responsable de la empresa que controla las plagas en la ciudad (CTL), Salima Pérez, avisó de que las larvas de los mosquitos crecen en aguas estancas y que últimamente, las viviendas cercanas a las obras del AVE, están sufriendo picaduras porque los trabajos están produciendo están generando surcos en terrenos permeables. Sin embargo, explicó que la empresa ya está trabajando después de recibir el aviso de los vecinos y recordó que cualquier ciudadano puede denunciar un foco de mosquitos para que la empresa actúe a través de Sanidad o la Línea Verde de la Concejalía de Medio Ambiente.