«Si nosotros no aceptamos dinero y ustedes (el juzgado de Aguas de Orihuela) sí, más de un millón de euros. ¿Dónde está el problema?». Con este duro interrogante culmina el juez de Aguas del Juzgado del Azud de Alfeitamí de Almoradí Daniel Barrera una misiva en la que explica la posición de buena parte de los juzgados de Aguas del riego tradicional de la huerta de la Vega Baja opuestos a la venta de derechos de dotación de agua del Segura a los usuarios agricultores del Trasvase Tajo-Segura.opuestos a la venta de derechos de dotación de agua del Segura
En primer lugar Barrera explica que los regantes tienen déficit hídrico y solo puede vender agua quién le sobra. El representante de los regantes señala que aceptar la cesión del uso de agua mediante compensación económica sienta un «grave precedente puesto que sería la primera vez que la Vega Baja vende agua» para el riego.
Frente a quienes defienden la venta por ser puntual y remunerada el juez de Aguas de Almoradí replica con unas declaraciones del presidente del Sindicato Central del Acueducto Tajo Segura, José Manuel Claver hace unos días en los que lamentaba que el decreto de sequía solo permitía la compra en la cuenca del Segura y no a otras. «En consecuencia si no se les permite esas compras a otras cuencas, en el futuro no les quedaría otra alternativa para paliar sus necesidades hídricas de seguir pidiendo otro acuerdo puntual». Y cuando se repitan de forma periódica, anticipa Barrera, «se elevarán a ley».
Nada a cambio
El representante del riego tradicional se pregunta «qué pensarán de nosotros que pedimos agua para después volver a venderla para así conseguir beneficio» y recuerda que las comunidades de regantes de Murcia y Alicante mayores caudales desde el Tajo y la construcción trasvase del Ebro.
Barrera recuerda que el regadío tradicional pretende ser «solidario con los regantes del trasvase con «el fin de ayudar sin recibir nada a cambio» y mantiene que sea la Confederación Hidrográfica la que ceda temporalmente esas aguas que «tan urgentemente necesitan».
«No es ético difamar e intentar desacreditar posturas contrarias con epítetos aparecidos en prensa de que pretendemos "engañar a nuestros regantes" o "intoxicar de oídas». Son, para Daniel Barrera actitudes propias de «fariseos que lo que pretenden es ensuciar el tema puesto que no tienen argumentos convenzan ni a sus propios regantes».
