Síguenos en redes sociales:

Hoy es martes en Orihuela

Los de mi pueblo, ¿cuándo?

Pedro Lazaga dirigió, en 1966, una peli escrita por Fernando Lázaro Carreter y que protagonizaron, entre otros, Paco Martínez Soria, Gracita Morales, Margot Cotten, Sancho Gracia, Manolo Gómez Bur, Alfredo Landa, José Sacristán o Valentín Tornos (el don Cicuta del «Un, dos, tres», de Chicho Ibáñez Serrador). El «flim» se bautizó como «La ciudad no es para mí» y, en él, Agustín Valverde -Martínez Soria-, que vivía en un «pueblecico» del que nunca había salido, viaja a la ciudad para visitar a su familia, dándose cuenta de que allí, en la gran urbe, había más problemas que en su «pueblete». En una de las secuencias, el actor maño pretendía cruzar una calle, pero el trafico se lo impedía; un guardia municipal -de los de antes, de los que llevaban «orinal» en la cabeza- se le acerca para ayudarle y el aldeano le pregunta: «Agente, los de mi pueblo, ¿cuando pasan?. ¡Pues eso!; los de mi pueblo, ¿cuándo van a coger el toro por los cuernos?. A principios de septiembre dimitió el entonces secretario general de los socialistas oriolanos, Carlos Bernabé, papá de Karlos Bernabé, con K, uno de los dos concejales que tiene Cambiemos Orihuela en el palacete de la Esquina del Pavo, dejando a los del puño y la rosa más desnortados que Marco cuando su mamá se fue a hacer las américas.

Desde el 4 de septiembre -cuando Bernabé dimitió como muestra de solidaridad con el entonces secretario general de su formación, Pedro Sánchez, a quien, según él, los barones «sosiatas» le habían hecho la envolvente y el carretón y por «la penosa imagen que da el partido», dijo-, los socialistas oriolanos están más «perdíos» que un pulpo en un garaje, pero nadie dice nada, no vaya a ser que se les vea el trasero o les muevan el sillón, porque -como dirían los catalanes, que son unos filósofos y nada interesados-: «La pela es la pela» o, como reza el refranero español, que es sabio: «Dame pan y dime tonto». Aquí, en «su pueblo y el mío» -perdona Miguel que utilice tus palabras en este caso, porque al fin y al cabo, estamos hablando de la posible defunción, 134 años después, del partido que fundó Pablo Iglesias, el bueno- nadie ha dicho «esta boca es mía»; incluso, hay quien quiere llamar a Paco Lobatón para que busque salida a una situación que amenaza más ruina que el palacio de Rubalcava.

Y me pregunto, si es que alguien me deja que me pregunte, por aquello de que estoy en mi derecho de hacerlo, ¿qué hacen los jefes del PSPV-PSOE oriolano?. Pedro Sánchez dimitió y una gestora se hizo cargo del partido. ¡En Orihuela, el secretario general dimitió y nadie ha movido ficha; ni gestora ni leches!. Aquí, como canta Julio Iglesias, «La vida sigue igual», ¡y lo sabes!. ¿Qué dicen Carolina Gracia, Antonio Zapata o Víctor Ruiz?. ¿Ande anda Antonia Moreno, que «dise» pero no «hase»?. ¿Ande está Paco Escudero, excandidato a la secretaria general?. Esto es como la copla que cantó Remedios Amaya en Eurovisión'83: «¿Quien maneja mi barca?». ¡En Oleza, lo que se dice manejar, no la maneja nadie o por lo menos esa es, según me cuenta un viejo zorro socialista, la sensación que tienen los militantes!.

Y sigo peguntándome, porque puedo permitírmelo, ¿qué piensa David Cerdán, secretario provincial del PSPV-PSOE alicantino, de todo esto?. David, a quien conocí cuando ejercía como periodista, parece estar más por mantener sus rifi-rafes con Gabriel Echávarri, alcalde de Alicante, y se la «refanfinfla» lo que pase en Orihuela. Lo mismo que a Quino Puig, que, una vez más, ha hecho uso de lo que decía el gran Groucho -aquello de «estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros», por lo de pasar del «no es no» a Rajoy a la abstención- y bastante tiene con reconducir su relación con Mireia Mollá -la que manda-, para aguantarse un poco más en la poltrona del Consell, porque parece que la cosa entre ellos está más tirante que la soga en el cuello de un ahorcado y, a poco que dejen de «ponerse ojitos», su flirteo amoroso puede irse por el retrete de Palacio. ¡Señor, aparta de mí este cáliz y llévame pronto!.

Pero, «en todas partes cuecen habas» y lo que pasa con los «sosiatas» oriolanos sucede, más o menos, con los «peperos», aunque estos están más acostumbrados a convivir con una gestora, o directiva en funciones, después de que, hace algún tiempo, se cargaran a Pepa Ferrando y asumiera la presidencia «interina», ¡eso sí!, Dámaso Aparicio, quien disputará el cargo, sin sueldo y cuando toque, a Emilio Bascuñana. ¡De eso, de la expulsión de la Ferrando, hace meses!. ¿Para cuándo una dirección seria -¡jejeje!- de los «gavioteros»?.

En el palacete del marquesado de Arneva están representados cinco partidos, PP, PSPV-PSOE, C's, Cambiemos Orihuela y Foro. De estos, tres tienen un follón de María Santísima, porque los de la formación naranja -¡vamos, los de Alberto Rivera!- también tienen lo suyo con mi amigo Almohabeno y «barriguero», Juan Ignacio López-Bas, que se ha ido a vivir a Barcino, que cantaría Serrat.

En fin, como decían los desaparecidos Luis Sánchez Polac, Tip, y José Luis Coll, a quienes conocí en una cervecería madrileña: ¡la semana que viene hablaremos del Gobierno!.

Pulsa para ver más contenido para ti