Ignacio Martínez, presidente de la Semana Santa de Orihuela, anunció ayer su dimisión en el transcurso de una reunión de su junta. El asunto no figuraba en el orden del día. La decisión no tiene marcha atrás y ya ha sido notificada al obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui. El presidente de la Buena Muerte, Manuel Torrecillas, se encargará de llevar las riendas a partir de ahora y hasta que se convoquen nuevas elecciones.

También ha renunciado el vicepresidente Agustín García, también de la Buena Muerte.

En declaraciones a INFORMACIÓN.ES, Martínez ha señalado que su decisión está meditada y llevaba tiempo dándole vueltas porque "cuando llevas 5 años al frente y no te dejan avanzar más no hay otra salida", ha señalado. El, hasta ayer, presidente de la Semana Santa, ha aclarado que no se refiere a las Hermandades y Mayordomías en su conjunto sino a "determinadas personas que no hacen más que poner trabas en todo para no dejar avanzar en ningún proyecto". "A mi me gusta el diálogo y el consenso, siempre lo he dicho y es mi forma de actuar, pero hay quien pensaba en uno mismo más que en el conjunto".

Martínez ha indicado que ahora "trabajaré para la Semana Santa desde la Hermandad del Silencio" tras "desearle suerte al que se presente a las nuevas elecciones" aunque se ha mostrado "triste" por no haber podido acabar sumandato pero "orgulloso de lo que he hecho estos años y de mi junta directiva que entiende mi decisión aunque les duela".

La noticia se ha conocido esta mañana en Orihuela después de que los presidentes de las distintas cofradías, hermandades y mayordomías no dieran crédito a lo que ayer les dijo su presidente: que se marcha un año después prácticamente de haber sido elegido para el cargo después de unas duras elecciones contra Mariano Cecilia, lo que supuso una división dentro de la Semana Santa por cómo se desarrollaron los acontecimientos y con el propio Ayuntamiento de Orihuela volcado con el otro aspirante, algo que sentó muy mal a muchos presidentes pero que nadie criticó de forma pública. Este era el segundo mandato de Ignacio Martínez, cargo que cogió con muchas ganas y del que aseguraba que lo hacía porque, ya jubilado, tendría mucho tiempo para dedicarlo a su pasión.

La decisión, al parecer, se adoptó antes de la Semana Santa pero Ignacio Martínez esperó a finalizar la misma para darlo a conocer. El ya dimisionario llevaba en el cargo poco más de cinco años después de que asumiera el puesto que ocupó Hoy se espera que dé explicaciones sobre esta decisión personal tan dolorosa para buena parte de la Semana Santa oriolana.