Dos años después de comenzar su segundo mandato, pendiente de ser juzgado por una adjudicación (de la que le defiende su propio partido) y bloqueada parte de la gestión de contratos por el Tribunal Administrativo Central de Recursos, el regidor de San Fulgencio, Carlos Ramírez (Partido Popular), no se inmuta ante las críticas de la oposición en el único municipio de la provincia que puede presumir de un número par de concejales porque uno fue condenado a una pena de inhabilitación y en vez de dejar el acta no aparece por allí como curiosa forma de ejecución de la misma. Es el independiente Mariano Martí, quien no ha dado explicaciones sobre ello.

Estos días el PSOE ha seguido denunciando el sistema de gestión de Ramírez, con un modelo de pago de facturas sin contrato porque los concursos que se convocan y fallan están siendo recurridos, consecuentemente con ello son paralizados y la solución se eterniza. El primero fue el de las basuras y desde hace algunos meses se hace lo propio con el de mantenimiento y conservación de zonas arboladas, ajardinadas, vegetación de viales y recogida de poda, un pomposo nombre que compromete cientos de miles de euros cada año.

Venció

En marzo se falló la adjudicación en favor de la misma empresa que gestiona los residuos desde hacía años. Dicha mercantil, siempre según el PSOE, ha cobrado cerca de cuatro millones de euros a través de facturas durante los últimos cinco años por las basuras. Y desde marzo, cuando se lo adjudicó éste, no se ha podido materializarlo y regularizar la situación pues la denuncia de otros aspirantes ante el Tribunal Administrativo Central de Recursos, como ya pasó con el contrato de las basuras, ha llevado a su paralización. Consecuentemente con ello se presta el servicio y se paga pero con facturas, no con un contrato. El PSOE defiende que la adjudicación está paralizada con razón porque «se fundamenta en unos criterios bastantes subjetivos en los que, supuestamente, se han tenido en cuenta como mejoras lo que debería haber entrado como prestación del propio servicio». Todo ello les lleva a reiterar la «poca responsabilidad, prepotencia e ineficacia», del regidor, algo que les parece a los socialistas «intolerable y a todas luces ilegal». El diario intentó contrastar ayer esta información con el regidor.

Ramírez lleva meses atado de pies y manos con la parálisis de los contratos y pagando factura a factura, lo que ya le ha costado estar a punto de sentarse en el banquillo de los acusados y un enfrentamiento con la Fiscalía. La cita con ella y ante un juez es el próximo mes de septiembre.