Los I Premios del Agua Lorenzo Pardo, que se celebraron ayer en la Fundación CAM de Orihuela, evidenciaron la necesidad de que los recursos hídricos se repartan con equidad y solidaridad. Así se puso de manifiesto en la mesa redonda «La trascendencia económica del trasvase Tajo-Segura en la provincia de Alicante», lo que ha permitido «la transformación de un campo yermo y estéril en un vergel hasta el punto de que hoy somos la huerta de Europa», manifestó José Vicente Andreu, presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Alicante. Además, añadió, «con una agricultura puntera y rentable que genera un tejido social e industrial, así como un reparto de la riqueza».
Sin duda, «el trasvase ha contribuido en positivo», indicó Paloma Taltavull, catedrática de Económica Aplicada de la UA, que también insistió en que esta infraestructura «empujó el desarrollo de sectores clave como el agrícola y el turístico». En este sentido, explicó que es inevitable subirse al tren de riqueza que supone el movimiento poblacional hacia la costa, «una dinámica imparable que sería imposible sin este recurso básico».
«Sin un aporte estable de agua y a un precio razonable, la agricultura no se puede mantener» continuó Andreu. Más tajante: «Un país que olvida a su sector primario está condenado a la ruina». Sin embargo, lamentó, «la política que se ha instaurado en el Gobierno va contra la agricultura, reduciendo los caudales disponibles con intereses ocultos y disfrazados de ecologistas».
El agricultor denunció que el Ministerio los llame «contaminantes, casi terroristas medioambientales». A su juicio, «seguir criminalizándonos por intereses políticos es una aberración». Por eso, abogó por establecer límites, y en eso están trabajando en Asaja. Las organizaciones agrarias de diferentes cuencas, incluida la de Castilla-La Mancha, comparten los mismos problemas. Así, con «un entendimiento total y absoluto», están definiendo «una posición conjunta en cuanto a todos los planes hidrológicos y los trasvases», con el objetivo común de defender que el agua llegue y que no se prioricen los caudales ecológicos sobre el uso agrícola.
Andreu pidió que los responsables en la gestión del agua cambien de actitud y dialoguen: «Deben llegar a acuerdos en vez de a imposiciones», porque «hasta ahora solo hay un dogmatismo inmovilista». En ello les va su subsistencia: «Sin agua o con agua desalada a un elevado coste, es insostenible; no podré pagar y tendré que cerrar».
Taltavull defendió que en un mundo cambiante, con unos recursos cada vez más escasos, y en un contexto de cambio climático se necesitan políticas públicas que sean capaces de reorientar los usos. Por ejemplo, apuntó, reconvirtiendo las edificaciones para hacerlas sostenibles energéticamente, fomentando placas solares, y en términos de consumo de agua. En suma, primar la producción de energía verde.
En cuanto a tasas de ahorro y reutilización de agua, Andreu destacó que «la cuenca del Segura es un ejemplo en Europa e incluso a nivel mundial», ya que se reutiliza la misma agua hasta y tres y cuatro veces, entre otras cosas, por su tradicional sistema de riego, sin olvidar que en la actualidad se emplea una tecnología puntera que controla de forma eficiente el uso de agua y fertilizantes. «Estamos inmersos en un proceso de digitalización».
Por tanto, soberanía energética sí, pero también alimentaria, sostuvo Andreu, quien recordó que la agricultura fue un sector clave durante lo más duro de la pandemia: «En los meses de confinamiento trabajamos entre 18 y 20 horas diarias para que no hubiese desabastecimiento en los supermercados». Por tanto, concluyó el agricultor, «si no hay agua para los regadíos, tampoco habrá futuro en ninguna parte de España».
El galardón reúne al sector agrario, a empresarios y políticos en apoyo a un bien común
Los I Premios Lorenzo Pardo lograron congregar ayer en el auditorio de la Fundación CAM de Orihuela (que será sede en futuras ediciones, como aseguró Carlos Mazón) a una amplia representación del tejido social y económico de la provincia de Alicante. Como fondo, el reconocimiento al caudal del trasvase Tajo-Segura, del que el ingeniero y político que da nombre a los galardones fue primer precursor durante la II República, esencial para su desarrollo las últimas cuatro décadas. De vital importancia para el sector agrícola, Andrés del Campo en representación de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España -que agrupa a 700.000 regantes-, y Francisco Cabezas, director del Instituto Euromediterráneo del Agua, fueron los primeros galardonados en esta primera edición. Estuvieron arropados por su vicepresidente, José Antonio Andújar, Javier Berenguer, presidente de la Comunidad de Regantes de Riegos de Levante Margen Izquierda, el juez del Juzgado Privativo de Aguas de Orihuela, Pedro Mompeán y Ángel Urbina presidente de la Sociedad Agraria de San Enrique de Elche, además del presidente de la Asociación Alcachofa Vega Baja y exalcalde de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado, el delegado del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Alicante, José Manuel Carrillo y el presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas, Miguel Agulló.
El acto sirve para estrechar lazos en la capital histórica de la comarca, que será sede de los premios en futuras ediciones como anunció Mazón
El presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu, participante en la mesa redonda previa a la entrega de galardones junto a la catedrática de Economía Aplicada, Paloma Taltavull, acudió junto a buena parte de su equipo, además del histórico de la asociación agraria Eladio Aniorte. Todos son testimonio directo de la transformación del campo de Elche y la Vega Baja con la llegada de las aguas del trasvase Tajo-Segura.
Respaldaron también el acto con su presencia el presidente de la oriolana Caja Rural Central, Manuel Ruiz, los presidentes de las Cámaras de Comercio de Alicante y Orihuela, Juan Riera y Mario Martínez, respectivamente, además de Jordi Azorín, director general de Hidraqua. Mientras el presidente de la Diputación, Carlos Mazón (PP), acompañado de la vicepresidenta y alcaldesa de Albatera, Ana Serna y el diputado provincial Juan de Dios Navarro, pidió que estos galardones tengan vocación de continuidad. La representación institucional oriolana fue muy relevante. Encabezada por su alcalde y anfitrión, Emilio Bascuñana se completó con el concejal de Urbanismo, José Aix (Ciudadanos) y el de Infraestructuras, Ángel Noguera por Ciudadanos, además del portavoz del Partido Popular, Rafael Almagro y los ediles del equipo de gobierno Sabina Goretti Galindo, Dámaso Aparicio, Víctor Valverde, Mariola Rocamora y José Galiano.
También contó con la asistencia de la portavoz del PSOE, Carolina Gracia y el edil socialista Luis Quesada, además de los dos concejales de Vox oriolanos, José Manuel García Escolano y Asunción Aniorte López.
La alcaldesa de Almoradí, María Gómez (PP), que intervino en la presentación del acto, la presidenta del Consorcio de Residuos de la Vega Baja y alcaldesa de Bigastro, Teresa Belmonte, además del exalcalde de Redován, Emilio Ferrández estuvieron presentes en un acto donde se habló del complicado presente del acueducto y su defensa en el futuro.
