El Ayuntamiento de Torrevieja tiene previsto comenzar las obras de remodelación del paseo voladizo del Dique de Levante después del verano 2022. La concejal de Obras y Proyectos, Sandra Sánchez (PP), explicó a INFORMACIÓN que la elaboración de la redacción del proyecto, adjudicada en febrero de 2021, se suspendió en agosto ese año para coordinar los trabajos con el proyecto de la nueva zona de ocio del puerto.
Una vez adjudicado el proyecto de zona de ocio en el puerto por la Generalitat y ya con el detalle de cómo iba a afectar al paseo, los trabajos de redacción encargados a la UTE Ofi 208 Sl, Miguel Ángel Andrés Miller García, y Coordinación de Seguridad y Prevención en la Construcción, se han reanudado y están a punto de terminarse.
El Ayuntamiento espera licitar a través del convenio marco con el que pretende agilizar las adjudicaciones antes del verano, aunque sin formalizar la puesta en marcha de la obra hasta que finalice la temporada estival para no tener que cerrar el paseo. En el encargo de la redacción del proyecto se indica que el presupuesto de ejecución será de dos millones de euros -la valoración se hizo en 2017-, pero el equipo de gobierno ha reservado una partida de tres millones porque incorpora cambios no previstos inicialmente.
Al margen de las mejoras el principal objetivo de la obra es retirar el actual pavimento de tablones de madera que exige un mantenimiento y sustitución constante, además de caídas de peatones
La principal intervención en el paseo voladizo es la sustitución del actual pavimento de tablones de madera por un material más resistente a la salinidad del ambiente, al mar y al viento de levante al que está expuesto el paseo y que además necesite menos mantenimiento. En principio, los técnicos municipales señalaban en la propuesta de renovación como alternativa la madera de Ipe, más pesada pero mucho más resistente. Ese cambio con mayor carga de peso supone que el proyecto deberá contemplar un refuerzo de la estructura, que mantiene más de 6.230 metros cuadrados de paseo a lo largo de los casi 1.400 metros lineales hasta el faro del puerto de Torrevieja.
Otra de las novedades que contempla es la transformación del banco corrido y barandilla que separa la escollera del rompeolas del mar del propio paseo. La idea es que el espacio sea más permeable a la visual del mar abierto e incluso en algunos tramos se abra como un mirador al Mediterráneo. Estas barandillas, a la lado y lado del paseo, son otro de los elementos que han sufrido las inclemencias del tiempo. Los soportes de muchos tramos están totalmente corroídos por el óxido, mientras que la madera del banco corrido tuvo que retirarse hace casi una década. El material para barandillas y pasamanos previsto ahora es el acero inoxidable.
El proyecto contempla así mismo la sustitución completa del alumbrado, tanto las farolas del vial de acceso a la marina deportiva y el final del faro como los focos del propio paseo. Una iluminación específica turística que permita cambiar el color de las luces en ocasiones puntuales. Para esta intervención completa el Ayuntamiento espera poder contar con parte de los fondos europeos otorgados por el Gobierno central para la sostenibilidad turística a la administración torrevejense.
La vinculación de la remodelación con el proyecto de transformación del «relleno» portuario está en un ramal del paseo voladizo que lo conectara con los edificios de la zona de hostelería y aparcamiento subterráneo, infraestructura que está al margen del proyecto de reforma municipal y es asumida por el promotor que se ha adjudicado la concesión de la zona de ocio del puerto. El área del puerto ya está siendo vallada por los operarios de la concesionaria para iniciar las obras de construcción de la nueva lonja, que debe sustituir a la actual que será derribada porque se ubica en al zona donde se levantarán los espacios de hostelería y el aparcamiento. Está previsto que concesionario y Ayuntamiento visiten la zona cuando comience a trabajar la maquinaria pesada la semana que viene.
El paseo dique de Levante, construido en 1999 por la Generalitat Valenciana y diseñado por el ingeniero y catedrático torrevejense de la Universitat Politècnica de València, Vicent Esteban Chapapría, es uno de los más populares de Torrevieja, por su disposición entre la bahía y el mar abierto, especialmente concurrido en verano y buscado por los visitantes para huir de la saturación del resto de la fachada marítima local, sin terrazas ni otras ofertas comerciales.
Pero es también uno de los que más quebraderos de cabeza da al Ayuntamiento porque la sustitución de tableros deteriorados o quebrados es constante todas las semanas desde hace muchos años. También se han sucedido las reclamaciones patrimoniales por lesiones de peatones que han sufrido caídas al romperse esos tableros o por tropiezos al sobresalir muchos de ellos de la rasante por la que caminan los peatones. Contenciosos ganados en su mayoría por los demandantes. Esta obra es una de las principales promesas del actual equipo de gobierno para este mandato pero las obras llegarán a meses de las elecciones municipales de 2023.
