El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torrevieja lleva varios días vendiendo en redes sociales proyectos de inversiones a cuenta del generoso superávit de 2021 que esta misma semana se va a incorporar a presupuesto por acuerdo plenario con 48 millones de euros.

Pero hay que tener algo más que ideas y dinero público de sobra para sacarlas adelante. Entre las iniciativas más ambiciosas del programa electoral del actual mandato de Eduardo Dolón, iniciado en 2019 y, que enfila ahora su recta final aun año de elecciones, se encontraba la reurbanización de la avenida del Doctor Mariano Ruiz Cánovas y el paseo de la playa de Los Locos.

En estos tres años la maquinaria administrativa municipal ha sido incapaz, no ya solo de adjudicar las obras presupuestadas año tras año en una estimación de más de 1,5 millones de euros, sino siquiera de adjudicar a una empresa especializada la redacción del proyecto de esas obras.

Iniciativa

La iniciativa, prometida tantas veces a los vecinos de la zona, debería dar continuidad al remodelado tramo de Punta Margalla puesto en servicio en 2019. No está nada claro por qué después de tantos anuncios el gobierno local esperó hasta octubre de 2021 para licitar la redacción del proyecto valorada en más 106.000 euros (IVA incluido). Y ahora, tras seis meses de procedimiento y admitir una alegación, la mesa de contratación ha tenido que anular la propuesta de adjudicación inicial a favor de Ingenia Research and Consulting para reiniciar el proceso de valoración de las diez propuestas presentadas inicialmente. Cuando finalmente se adjudique la empresa tendrá seis meses para redactar el proyecto y entregarlo. En ese momento el municipio podrá licitar las obras de construcción. Con un poco de fortuna podrían iniciarse a principios del año que viene -aunque ejemplos como las obras del paseo del dique de Levante no son los mejores-.

Necesaria

El paseo de Los Locos y la avenida que discurre paralela a éste, entre la cala del Palangre y el «222», es uno de los espacios públicos más populares de la ciudad por su ubicación junto al mar. Además es uno de los espacios públicos cuya reforma integral es más urgente, no solo por el estado de balaustradas y mobiliario, también para intentar reordenar la gran densidad de tráfico que la atraviesa a diario y ampliar de forma significativa la superficie peatonal -ahora reducida a entre dos y tres metros de ancho-. El proyecto deberá contemplar una reurbanización para mejorar la accesibilidad a la línea de costa dotándola de recorridos peatonales, además de un carril bici -dotación esta última que es rara avis en Torrevieja-, renovar alumbrado y servicios básicos y adaptar el tráfico rodado, limitándolo.