Hidraqua, la empresa concesionaria del servicio de agua potable en Orihuela, ha emitido un informe en el que se reconoce la imposibilidad de abastecer los desarrollos urbanísticos previstos en la costa. En él la mercantil alerta de que la capacidad para suministrar agua potable a las viviendas del litoral "se encuentra al 100%". Así, determina que "teniendo en cuenta el desarrollo urbanístico continuo de la costa, se puede aseverar que no hay capacidad para poder abastecerla".

En la actualidad, la demanda hídrica se sitúa en 28.632 metros cúbicos diarios, mientras que, con los desarrollos urbanísticos previstos, alcanzaría los 39.261. Es decir, el horizonte urbanístico de la costa proyecta un déficit de 10.629 metros cúbicos para cubrir las necesidades futuras, situándose un 37% por encima de la capacidad máxima.

El mismo informe indica de la carencia de infraestructuras para garantizar el suministro: "Se constata que es inviable abastecer al total de viviendas previsto desde la única toma existente", afirma. Incluso, ya en noviembre de 2017 hubo riesgo de corte de suministro y restricciones de agua potable en la zona costera, advirtiendo entonces al Ayuntamiento de la necesidad de contar con mayor capacidad de reserva en Orihuela Costa.

Esa demanda diaria proviene de las 56.585 viviendas que hay actualmente en la costa, con un grado de consolidación del 72%. Esto es, aún faltan por construirse 21.314 hasta alcanzar las 77.899 que se contemplan en los 43 sectores urbanísticos.

Así, entre los que quedan por desarrollar destaca el polémico Alameda del Mar D-1 UE-2, más conocido como Cala Mosca, donde las 2.274 viviendas proyectadas supondrán una demanda de 1.147 metros cúbicos al día. Precisamente, este proyecto está pendiente de los informes de abastecimiento de agua potable y depuración de aguas residuales, el otro gran hándicap en la costa, con problemas de vertidos de aguas fecales que acaban en las ramblas y de ahí en las playas. Recientemente, la Generalitat ha adjudicado las obras para ampliar la única depuradora que hay en el litoral y que se puso en marcha hace dos décadas, con una capacidad que se ve superada sobre todo en época estival.

Estos informes irán a junta de gobierno local para la aprobación definitiva del plan urbanístico en el último kilómetro de costa virgen que queda en Orihuela, después de que Conselleria haya dado luz verde a la declaración de impacto ambiental, algo que sirvió al urbanizador para mostrar su intención de reanudar las obras, paralizadas hace años por encontrarse en el sector dos especies protegidas, antes de final de año. Hay que recordar que el Pativel le da un plazo hasta mayo; de lo contrario, el suelo pasaría a considerarse infraestructura verde, sin posibilidad de urbanizar.

Mientras, crece el rechazo entre la ciudadanía, que se ha organizado en la asociación Salvemos Cala Mosca. Incluso, la alcaldesa Carolina Gracia ha convocado una mesa de negociación con el agente urbanizador para evitar que se construya a través de una permuta o una compensación económica.

En el caso de las 2.570 casas que se levantarán en el El PAU-7 (Villamartín norte), sumarán 1.297 metros cúbicos al día. Hay otros sectores sin terminar que igualmente aumentarán la demanda, como Playa Flamenca C-1, con 2.300 viviendas, de las que quedan por concluir 916, lo que incrementará los metros cúbicos de 698 a 1.160, mientras que Playa Flamenca C-2 (faltan 257 viviendas hasta alcanzar las 1.568) pasará de 661 a 791 metros cúbicos.

Otros incrementos importantes serán los de la Ciñuelica PAU-20, donde hay previstas 2.138 casas y ejecutadas 1.732, pasando de 874 a 1.079 metros cúbicos; Lomas de Cabo Roig (2.200 y 1.583 construidas), de 799 a 1.110; PAU-8 sur (aún faltan por desarrollar 656 viviendas hasta las 810 previstas), de 78 a 409; PAU-26 sector 1 y 2 (sumará al parque inmobiliario 942 cuando concluyan las 1.438 que contempla el plan), de 250 a 725, y Mil Palmeras UE-B (se han desarrollado 555 y todavía están planificadas 702 más), de 280 a 634.

"Proyectos urbanísticos depredadores"

Cambiemos, que ha desvelado el informe, ha insistido en que "el abastecimiento de agua potable en Orihuela Costa tiene un déficit alarmante", además de que "estaría en riesgo si se sigue creciendo urbanísticamente". Esto, a juicio de la formación, afecta a los actuales residentes del municipio, así como evidencia "la imposibilidad de llevar a cabo futuros proyectos urbanísticos depredadores".

Esta situación, prosigue Cambiemos, conecta dos problemas: el nulo control público sobre la gestión del agua, que ha provocado la falta de infraestructuras, y la política urbanística al servicio de la especulación.

"Llevamos años insistiendo que la política urbanística de Orihuela es insostenible, injusta y peligrosa, pero tanto PP como Ciudadanos han continuado pisando el acelerador", en palabras del concejal Carlos Bernabé, que también ha subrayado "el desastre" que supone la Concejalía de Urbanismo, que dirige José Aix (Ciudadanos), para "beneficiar a los grandes promotores de siempre", pese a que ello conlleve que "los vecinos vean peligrar el derecho al agua potable".

"En estas condiciones, aprobar el proyecto de urbanización de Cala Mosca o adoptar cualquier decisión política que aumente las probabilidades de crecimiento sería de una estupidez y una negligencia", ha señalado Bernabé, que también ha hecho hincapié en que "si hubiera un mínimo de decencia en la dirección política del urbanismo oriolano, con este tipo de informaciones, que no son nuevas, se priorizaría pisar el freno, poner orden y dejar de reventar de cemento el litoral al tiempo que se avanza en infraestructuras y servicios públicos".

Cambiemos pactó con el grupo socialista que no se construyera en Cala Mosca como una de las condiciones para apoyar la moción de censura. Por ello, ha recordado al gobierno local, compuesto por PSOE y Cs, que elevar a junta de gobierno este proyecto sería una "grave irresponsabilidad". Además, ha advertido de que la formación naranja "venderá como un logro alguna propuesta para ampliar los depósitos de suministro mientras continúa pisando el acelerador de la depredación urbanística; nuestro grupo no va a apoyar esa jugada, y el PSOE debería evitar que le colasen ese gol", ha concluido.