Un muelle protegido sin agua en Torrevieja

Las obras para habilitar un nuevo aparcamiento para el Real Club Náutico rellenan la lámina de agua del Muelle Mínguez, el primero que se construyó en la ciudad - La marina deportiva y el Ayuntamiento aclaran que los restos saldrán a la luz

Loreto Mármol

Loreto Mármol

La remodelación del puerto de Torrevieja deja con problemas de aparcamiento al Real Club Náutico, que hasta ahora -y durante unos 20 años- ocupa como estacionamiento el Muelle Mínguez, la primera infraestructura portuaria de la ciudad, que data del siglo XIX, protegida en el Plan General de Ordenación Urbanística. El club, que paga una concesión por su uso a la Generalitat, al igual que los barcos que van a Tabarca que atracaban en ese punto, ha iniciado unas obras para reacondicionar la zona, lo que ha causado cierto revuelo al tapar la pequeña lámina de agua del antiguo varadero de pescadores. En concreto, se está actuando sobre unos 700 metros cuadrados, dentro de las instalaciones del club -insiste su gerente, Carlos Torrado-, para rellenar esa superficie y poder usarla como aparcamiento. 

"El Turbio"

La obra, que se alargará durante 15 días más, está ubicada en dominio público portuario, por lo que su autorización le corresponde a Conselleria, explican fuentes del Ayuntamiento, que solamente tiene la obligación de informar sobre el proyecto. Con todo, las mismas fuentes explican que el objetivo que se persigue por parte del Ayuntamiento es que se ponga en valor el Muelle Mínguez. Por ello, cuando acabe el Club Náutico la obra que está realizando, la administración local realizará un estudio arqueológico para determinar las medidas de preservación y correctoras que habrán de adoptarse.

Autorizado

Torrado incide en que el proyecto está autorizado por la Generalitat, así como que las obras están en todo momento separadas de las piedras del muelle. Al mismo tiempo, explica que el fin es dejar libre el muelle para que se realice el trabajo arqueológico posteriormente -ya se realizaron algunas catas el pasado invierno- y que sus restos salgan a la luz -hasta ahora solo se veían los sillares de una rampa y el muro sur al cantil de la bahía-. Después, prosigue, el proyecto de rehabilitación estudiará si se pone un cristal sobre la superficie para que se puedan observar las piedras del antiguo muelle.

El Ayuntamiento adjudicó en septiembre un contrato, por un importe de 17.157 euros, para realizar excavaciones y diez sondeos transversales que servirán para delimitar el frente oriental de la infraestructura. Se pretendía así la recuperación histórica y patrimonial del muelle para poner en valor la línea de costa entre las Eras de la Sal y la zona portuaria e incluirlo como parte del discurso museístico, cultural y turístico de la ciudad.  

En 1874, el torrevejense Antonio Mínguez, apodado como «El turbio», logró una concesión para construir un muelle de carga y descarga, en la zona del legendario bar La Marina, aunque las obras no fueron autorizadas hasta 1876, convirtiéndose en el primer equipamiento portuario de Torrevieja. Fue el único muelle privado que existió en la localidad durante el último cuarto del siglo XIX y la primera mitad del XX; el único con el que contaba Torrevieja hasta el inicio de los trabajos de construcción de la primera escollera de levante en 1915.