Qué son las líneas que han aparecido los últimos días en el cielo de la provincia de Alicante

Vecinos de diversos municipios avistaron estelas de caprichosas formas cubriendo gran parte de la superficie celeste

Como si un niño hubiera dibujado garabatos en el cielo. Así se podría definir el paisaje que se formó en la superficie celeste de la provincia de Alicante hace unos días, para ser exactos, durante la tarde del lunes 27 de noviembre. El insólito fenómeno fue avistado por varios vecinos de los municipios de la Vega Baja, zona desde la que fue visible una peculiar tormenta que esta vez no estuvo cargada de rayos, sino de rayajos.

El instante fue captado por los ojos que integran la comunidad digital de @MeteOrihuela, una cuenta de Twitter que se dedica a informar y compartir datos de interés sobre el clima y eventos atmosféricos que como este, suceden en la comarca. El divulgativo perfil no sólo compartió las imágenes del momento, sino que también, explicó cuál era su causa, que resultó ser la misma que la de un sonoro episodio que sacudió gran parte del territorio alicantino hace justo una semana: prácticas militares.

Las realizadas en la zona por aviones Eurofighter Typhoon FG4.4, que esta vez no han provocado ningún susto. Al contrario de lo que sucedió el lunes 20, cuando estos cazas superaron hasta en tres ocasiones la barrera del sonido, lo que generó un estruendo seco y fuerte que hizo vibrar las puertas y ventanas de algunas viviendas, y que desencadenó cierta alarma social, sobre todo en las localidades del sur. En esta ocasión, el efecto se ha limitado a unas caprichosas estelas blancas que han salpicado la inmensa bóveda azul.

Pero a pesar de no haber motivos para la alerta, el llamativo rastro dejado por los aviones no ha pasado desapercibido y se ha convertido en un reclamo para los aficionados a la conspiración. Ese es el caso de la usuaria @Susagrom, que ha pedido explicaciones a la Agencia Estatal de Meteorología: "Sois tan amables de decirnos que están haciendo y echando esos aviones? Estamos hasta las narices de ver día sí y día también fumigar los cielos!!".

La interesada recibió su correspondiente respuesta, que acabó siendo un zasca tan atronador como el estallido provocado por las ondas de choque de los cazas la semana pasada: "Hola, Susana, lamentamos decepcionarte, pero es agua".