TORREVIEJA

Singladura mágica en Torrevieja

Multitud de familias contemplan la venida de sus Majestades a bordo del pailebote Pascual Flores y la largo del recorrido de una espectacular Cabalgata

D. Pamies

D. Pamies

La temperatura casi primaveral bajó en picado y arreció el viento de Poniente. Comenzó a vislumbrarse por la bocana del puerto de Torrevieja el elegante perfil del velero Pascual Flores. No tendrá mejor singladura ni mejor cometido. Pese al fuerte noroeste que doblaba las washintonias del paseo, había navegado desde El Torrejón, en el litoral norte de Torrevieja para superar la punta Margalla y llegar a la bocana del puerto torrevejense a las cinco en punto.

Reyes Magos se acercaron a saludar a los niños antes de montar en sus carrozas

Reyes Magos se acercaron a saludar a los niños antes de montar en sus carrozas / J. Carrión

El sonar de sirenas anunció a esa hora a toda la población que a bordo llegaban Sus Majestades los Reyes Magos, que aunque parcos en palabras, tras tocar tierra desplegaron cercanía, sonrisas y saludos a los miles de personas que esperaban pacientemente en la nueva lonja y a lo largo del paseo del dique de Levante, a la comitiva real.

Los carboneros abrían la comitiva real en Torrevieja

Los carboneros abrían la comitiva real en Torrevieja / D. Pamies

Repleto de público

La pólvora de la cohetería -esta vez sí- acompañó el desembarco Real y el inicio de un recorrido que los llevó por el centro del casco urbano, repleto de público. Se emplearon a fondo los carboneros que abrían un desfile más numeroso y llamativo en figurantes que en ediciones anteriores entre escenas tradicionales como la del Nacimiento y otras más imaginativas, caballos, la Estrella y espectáculos que anticipaban las carrozas escoltadas por un numeroso séquito que repartieron casi de mano a mano dos toneladas de los caramelos blandos con los que endulzar la larga espera de los pequeños.

Los Reyes Magos en el pailebote Pascual Flores

Los Reyes Magos en el pailebote Pascual Flores / J. Carrión

Pailebote

Aunque la llegada de la réplica del histórico pailebote torrevejense fue puntual, la Cabalgata acumuló algo de retraso antes de salir del recinto portuario. Cuando iba a ponerse en marcha uno de los vehículos policiales al frente de la comitiva, quedó averiado -y clavado con el freno eléctrico- por lo que tuvo que acudir la grúa municipal a desplazarlo. No era cosa de molestar a los Magos por eso.