Universidad de Orihuela: 25 años de promesas incumplidas

Continúa la lucha histórica de Orihuela por crear primero -pese a las trabas de Murcia y Valencia- su Universidad y después por su supervivencia. Una lucha que pasa por demasiados brindis al sol y promesas que han ido cayendo en saco roto en los últimos 25 años.

Pero ha llegado la hora de hacer borrón y cuenta nueva, como dijo hace unos días el alcalde del municipio, Pepe Vegara. No en vano, "quien se para a llorar, quien se lamenta contra la piedra hostil del desaliento, quien se pone a otra cosa que no sea el combate, no será un vencedor; será un vencido lento". Precisamente con ese espíritu de Miguel Hernández, el periodista Juan José Sánchez Balaguer ha elaborado en los dos últimos años un documento que desgrana las claves para entender el desmantelamiento de la Universidad en Orihuela. En total, describe diez incumplimientos y realiza 40 conclusiones en un esfuerzo que se materializará próximamente con la publicación de un libro de 250 páginas, dejando patente una innegable deuda histórica universitaria con la ciudad que algunos no quieren reconocer.

El objetivo, asegura, es que "mi pueblo recupere algo que no debió perderse", y añade que "en materia universitaria estamos hoy peor que hace un cuarto de siglo: menos titulaciones y menos alumnos".

Vegara abre una ronda de contactos para recuperar la histórica Universidad en Orihuela

Así, el también exdirector de Convega y de la Fundación Miguel Hernández, codirector de la Cátedra Iberoamericana Industrias Culturales y Creativas de la UMH y consejero de Orihuela Cultural, "desde el recuerdo hacia aquellos con los que tuve el honor de colaborar hace más de medio siglo en esta labor de recuperación universitaria de nuestra ciudad", incide en las claves para que este propósito sea una realidad, porque "no es solo deseable sino ejecutable".

Para ello, el futuro depende de la voluntad de los diferentes actores implicados, públicos y privados, a partir de los diferentes acuerdos que se suscribieron entre el Obispado de Orihuela-Alicante, la Universidad de Alicante (UA), el Ayuntamiento, la Generalitat Valenciana y la Universidad Miguel Hernández (UMH).

Hay que recordar que fue en enero de 1998 cuando la UA adquirió ante el Obispado y el Ayuntamiento el compromiso de impartir en el Colegio Santo Domingo, sede de la Universidad histórica, titulaciones oficiales y propias, una vez se le facilitara el espacio en el inmueble para lo que el Consistorio cedió unos terrenos con el fin de crear nuevas aulas y dependencias, suelo que el colegio ocupa hoy con pistas deportivas.

Fue entonces cuando el Obispado se comprometía, en el documento firmado, a llevar a cabo los trámites necesarios ante la Sede Apostólica para otorgar a la UA la condición de "heredera de la Universidad Histórica de Orihuela".

A su vez, el Ayuntamiento adquirió la antigua discoteca Momentos para la creación de nuevas aulas y dependencias para que el funcionamiento del Colegio Diocesano no se viera entorpecido. Solo un año después, a petición del colegio, el Pleno acuerda la disponibilidad de estos espacios para actividades de extensión universitaria. Según este acuerdo plenario, en caso de que la construcción de las aulas no se ejecutara en el plazo de cinco años, la superficie cedida volvería al patrimonio municipal.

Terrenos públicos ocupados

En este sentido, Sánchez Balaguer recuerda que el acuerdo de cesión de superficie a favor del Colegio Santo Domingo "no puede entenderse desde ningún punto de vista, máxime si tenemos en cuenta que el obligado a cumplir la condición extintiva del mismo era el propio Ayuntamiento".

Sánchez Balaguer califica la actuación del Ayuntamiento a lo largo del tiempo de "inexplicable, insólita, contradictoria y totalmente contraria a los intereses generales", puesto que "la corporación municipal colabora en el propósito del Colegio Diocesano de dedicar el solar a fines distintos de los acordados".

Además, indica que la solicitud de permuta de los terrenos, formulada en varias ocasiones por el Colegio Santo Domingo al Ayuntamiento, supone "una flagrante contradicción con los documentos firmados y en la práctica significa abandonar las aspiraciones por las que miles de personas se movilizaron reiteradamente y que con el paso del tiempo han quedado sumidas en la más penosa frustración". En suma, es "una traba más", añade.

Este asunto fue objeto de polémica en el anterior mandato en el que además fue uno de los puntos para que Cambiemos apoyara la moción de censura que posibilitó el gobierno de PSOE y Ciudadanos.

A su juicio, "no puede entenderse que el Ayuntamiento consintiera una situación contraria a la condición de cesión y al mismo tiempo admitiera una negociación de permuta, que supondría, de formalizarse, el fin de las aspiraciones de la vuelta a Santo Domingo de los estudios universitarios".

Resulta "igualmente incomprensible", prosigue, la actitud del Obispado que primero firma un acuerdo para hacer posible la vuelta de la Universidad a Orihuela y después "trata de impedir que sea posible con su planteamiento de ocupación permanente del suelo necesario para culminar el objetivo".

Más contundente, Sánchez Balaguer afirma que "la situación actual de los terrenos de propiedad municipal contiguos al patio original del colegio supone un impedimento para reactivar cualquier posibilidad de recuperación universitaria en el edificio histórico".

Este hecho insólito ha llevado incluso a la Agencia Valenciana Antifraude a determinar que la cesión y uso de los terrenos para fines que no fueron los acordados son susceptibles de constituir corrupción, ya que no se cumplen las exigencias previstas en el acuerdo de cesión desde 2005.

Las Salesas

Mientras, el anuncio de la llegada de la UA al Colegio Santo Domingo fue el detonante para que la UMH se planteara su presencia en el casco urbano oriolano. La Generalitat se comprometió a construir tres edificios universitarios en el campus de Las Salesas, pero pasado un cuarto de siglo solo se ha acometido uno y continúa con las dos únicas titulaciones asignadas.

Sánchez Balaguer insiste en que "los administradores de la cosa pública abandonaron sus promesas y compromisos". Y "hasta la Iglesia diocesana, que entregó el título pontificio a cambio de una Cátedra -Arzobispo Loazes- con amplias expectativas, se ha olvidado ya de aquella proclamada ilusión de volver a ver entrar universitarios por la puerta del claustro de Santo Domingo". Por eso, invita al Obispado a formular nuevas titulaciones.

Las expectativas por una plena recuperación universitaria en el casco urbano de Orihuela están más vivas que nunca. Falta que esta vez los papeles y las palabras sí hagan realidad aquel propósito político de convertir Orihuela en la Santiago de Compostela de la Comunidad Valenciana.