Abre el parque inundable de Doña Inés en Torrevieja que asumirá 18.000 metros cúbicos con lluvias torrenciales

Los vecinos de Doña Inés y Jardín del Mar recordaban este martes cómo tenían que improvisar taludes de tierra para evitar la entrada de agua a sus casas procedentes de la cuenca vertiente de la avenida de las Cortes Valencianas y los márgenes de la N-332 cada vez que llovía de forma torrencial.

Después de 16 años han estrenado una instalación que rebajará sustancialmente ese peligro, aunque no lo elimina, y de paso también estrenan parque. Un tanto particular, pero parque al fin y al cabo que en su día debió ejecutar el promotor de esos residenciales, pero que el Ayuntamiento nunca le exigió. El suelo que ahora ocupa la balsa, y que se mantuvo décadas como un solar lleno de matojos junto a la carretera, es zona verde en el planeamiento urbanístico de Torrevieja.

La inversión de 570.000 euros sale del presupuesto de la empresa concesionaria de la gestión del agua, Agamed, que se alimenta económicamente de la factura de sus 128.000 abonados en el municipio.

Así llega el agua de lluvia al parque inundable de Doña Inés de Torrevieja con un chaparrón de apenas 10 litros por metro cuadrado

Obras

Las obras de esta balsa comenzaron, tras una interminable tramitación con la Administración estatal a cuenta de la servidumbre de la carretera, en julio de 2023. Recibirá las aguas procedentes de la balsa de laminación anexa al recinto de Mercados y de la cuneta de la margen este de la N-332. Su capacidad de almacenamiento es de 18.000 metros cúbicos.

A los 14.000 iniciales del proyecto se ha añadido la instalación de retención de pluviales del recinto de mercados, de 4.000 metros cúbicos, que "estaba sin uso y no se estaba aprovechando", según ha explicado el director técnico de Agamed, Miguel Mazón Cartagena, detalle este de la balsa de laminación sin uso del mercado que se ha dado a conocer este martes. Al acto de apertura al público de la instalación ha acudido además el alcalde Eduardo Dolón, las concejalas Sandra Sánchez y Concha Sala y los responsables de la empresa.

De esta forma se genera un único vaso conectado por los colectores subterráneos de la N-332 y que multiplica por seis la capacidad de almacenamiento con la que contaba la balsa de laminación: caben siete piscinas olímpicas.

Inundaciones

El objetivo es minimizar los episodios de inundaciones que sufren las viviendas de los residenciales Jardín del Mar y Doña Inés, las avenidas Francisco Díez y Joaquín García y -aunque no era el momento de mencionarlo en el acto- sobre todo evitar los cortes de tráfico por inundación de la N-332 y la CV-905. La superficie de la balsa de laminación es de 4.533 metros cuadrados y la profundidad media de 3,2 metros.

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Apertura del parque inundable y balsa de laminación de Doña Inés de Torrevieja

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Ya no será la más grande de Torrevieja porque la urbanizadora del sector La Hoya está construyendo otra junto a la CV-905 con 50.000 metros cúbicos de capacidad y una escollera de casi un kilómetro en paralelo al vial.

Riego y 45 árboles

En este parque inundable se ha instalado una red de riego y realizado tareas de plantación y jardinería para mejorar la estética de la zona, en torno a 45 árboles, con alguna palmera, pero sobre todo sauces y álamos, que pueden soportar la inundación-.

Inundación de las calles de Doña Inés en Noviembre de 2022:

También bancos y papeleras, "zona de esparcimiento canino" y cámaras de videovigilancia. Para delimitar y proteger el área se ha colocado una valla ecológica en el lateral oeste, formada por rollizos de madera empotrados en una base de hormigón, y se ha instalado una puerta corredera de acceso, que tendrá un horario de apertura y de cierre, si bien la nota de prensa no los especificaba.

El Ayuntamiento de Torrevieja ha convocado a los vecinos, que después de aplaudir la intervención del director técnico de Agamed, han estado especialmente "preguntones" con el alcalde Eduardo Dolón en lo que realmente importa: qué horarios va a tener el parque, cómo se va a garantizar la seguridad en caso de lluvias torrenciales, o cómo se va a poder utilizar la zona canina.

Tal y como pudo comprobar este diario, en marzo pasado, en uno de los pocos episodios de lluvia de los últimos meses, la mayor parte de la superficie del parque quedó cubierta con un palmo de agua -una mínima parte de su capacidad total- con solo diez litros por metro cuadrado. Esta circunstancia ya vaticina que su uso será impracticable durante días incluso con lluvia moderada.