Cómo limpiar un rape: desvelamos el secreto de los pescaderos

El rape es un pescado blanco que habita en las profundidades marinas, caracterizado por su peculiar forma y su gran cabeza en proporción al cuerpo. Es conocido en la gastronomía por su carne firme y su sabor delicado, lo que lo convierte en uno de los pescados más apreciados en la cocina.

Beneficios del rape en nuestra alimentación

El rape es una fuente rica de proteínas de alto valor biológico, esenciales para la construcción y reparación de tejidos en nuestro cuerpo. Además, es bajo en grasas saturadas, lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan una dieta saludable y equilibrada. También es una fuente importante de vitaminas del grupo B, especialmente B12, y minerales como el fósforo, selenio y yodo. 

Estos nutrientes contribuyen al buen funcionamiento del sistema nervioso, a la formación de glóbulos rojos y al mantenimiento de la salud ósea, entre otros beneficios.

El rape es versátil en la cocina y puede prepararse de diversas maneras: a la plancha, al horno, en guisos o en sopas. Sin embargo, para conservar al máximo sus propiedades nutricionales, es recomendable cocinarlo a temperaturas moderadas y evitar frituras. Asimismo, es esencial limpiarlo adecuadamente antes de su preparación.

Paso a paso para limpiar un rape

• Preparación inicial. Coloca el rape en una tabla de cortar y asegúrate de tener a mano un cuchillo afilado y unas pinzas.
• Retirar la piel. Comienza por la cola y realiza un corte superficial en la piel. Luego, con la ayuda de un paño de cocina (para tener un mejor agarre), tira de la piel hacia la cabeza. La piel del rape es gruesa y resistente, por lo que este paso puede requerir algo de fuerza.
• Eliminar las vísceras. Realiza un corte longitudinal en la parte inferior del rape, desde la cabeza hasta la cola. Abre el vientre y retira todas las vísceras con cuidado.
• Quitar la cabeza. Si no deseas cocinarla, corta la cabeza justo detrás de las aletas pectorales. Aunque es común descartarla, en algunas culturas se utiliza para hacer caldos y sopas.
• Desespinar. El rape tiene una espina central que se puede retirar fácilmente. Realiza un corte a lo largo de ambos lados de esta espina y retírala con cuidado.
• Limpiar de impurezas. Con la ayuda de las pinzas, retira cualquier resto de piel o pequeñas espinas que puedan haber quedado. Lava el rape bajo agua fría para eliminar cualquier resto de vísceras o sangre.
• Trocear. Si lo deseas, puedes cortar el rape en rodajas o filetes, según la preparación que vayas a realizar.

Una vez limpio, el rape está listo para ser cocinado y disfrutado en una variedad de deliciosas recetas. Su sabor suave y textura firme lo hacen ideal para ser el protagonista de muchos platos. ¡Buen provecho!