Norma ambiental en la chimenea de la casa: el cambio que se debe hacer cada tres años

Llega la época de encender la chimenea para protegerse del frío pero, mucho ojo, te puede salir caro

Manuel Riu

Quienes tengan una chimenea o una estufa de leña querrán saber cómo ahorrar dinero y qué detalles tener en cuenta para intentar gastar menos y optimizar el calor.

Cada uno elige un sistema de calefacción para el invierno que se adapte a sus necesidades y preferencias en este sentido. Muchos eligen la chimenea o la estufa de leña. Además de ahorrar dinero en comparación con el sistema tradicional de radiadores, crean un ambiente mucho más encantador.

Sin embargo, estas instalaciones, como todas las demás, necesitan mantenimiento y mucha atención durante su funcionamiento. La pregunta es: ¿cómo ahorrar dinero con una chimenea o estufa de leña? Hay un detalle que conviene tener en cuenta para optimizar la eficiencia y guardar algo de dinero en el bolsillo. Cada uno de nosotros tiene que contar en su vida diaria con los gastos en relación con los ingresos. Gestionar las finanzas personales o familiares es crucial, sobre todo en tiempos en que los costes han aumentado considerablemente en muchos ámbitos.

El hogar, o chimenea, y la estufa de leña necesitan un mantenimiento diario, ya que es necesario eliminar los restos de leña, el polvo y la ceniza del conducto de aire. Además, hay que limpiar el espacio que contiene la leña y el cristal.

Estos pasos no deben saltarse. Sin embargo, un elemento fundamental en el que se piensa poco es la junta de la puerta. Si está dañada, se producirá un consumo excesivo y pérdidas de calor.

Además, es muy importante que esté intacta por una posible fuga de gases procedentes de la contaminación que podría producirse en la vivienda y tener consecuencias para la salud.

Presta atención a la junta de la puerta

Normalmente, la junta debe cambiarse cada tres años para garantizar la eficacia y la seguridad. Sin embargo, puede estropearse antes. Una vez que se ha prestado atención a la junta de la puerta, conviene saber en qué situaciones se encuentra. Si se desmorona al pasar un paño de cocina, si no cierra bien, son ya signos claros de desgaste.

Además, podemos ver que algo va mal por el hecho de que el hollín se acumula mucho más rápido que antes o el cristal se ensucia mucho más rápido.

En estos casos, es obvio que hay que cambiarla cuanto antes. Por lo tanto, es aconsejable llamar a un técnico y evaluar la situación y el tiempo de sustitución.

Cómo limpiar la chimenea

Las chimeneas y estufas están equipadas con un cristal especial que conserva el calor y protege contra las chispas. Este cristal se ennegrece muy fácil y rápidamente debido al hollín creado por la combustión. Pero veamos cómo limpiarlo eficazmente sin demasiado esfuerzo y con un solo producto útil. Es normal que se deposite hollín en el cristal, pero el sistema de ventilación debe revisarse periódicamente. Es posible que haya alguna obstrucción, incluso en la chimenea, que atrape el humo en exceso. Debido a esto, el hollín que se deposita en el cristal tiende a quemarse a altas temperaturas, pegándose. Esto hace que el cristal sea difícil de limpiar, pero es necesario hacerlo, no sólo por razones estéticas. Mantener el cristal limpio también permite que el calor no quede bloqueado por la capa quemada de hollín.

Existen muchos métodos diferentes para limpiar cristales ennegrecidos, algunos más rápidos y eficaces que otros. Si no queremos utilizar ningún tipo de producto, siempre podemos recurrir a la ceniza. Cuando limpiemos la estufa y la chimenea, antes de volver a encenderlas, cogemos un poco de ceniza y la mezclamos con agua. Luego, con una hoja de periódico, la frotamos por toda la superficie del cristal y después aclaramos.