Cómo limpiar las orejas a un perro: errores comunes y cómo evitarlos

La higiene canina es una tarea que todo dueño responsable debe tener en cuenta. Dentro de estas rutinas de limpieza, el cuidado de las orejas se destaca como esencial. Para aquellos que se preguntan cómo limpiar las orejas a un perro, tenemos una guía completa que no solo se basa en la higiene básica, sino también en el bienestar de tu peludo compañero.

Estos son los errores que cometes al educar a tu perro

Las orejas de un perro son esencialmente su radar. Sensibles y propensas a ensuciarse, necesitan una revisión y cuidado periódico. Del mismo modo que nos preocupamos por sus uñas, dientes y ojos, las orejas también requieren atención. Pero, ¿cada cuánto tiempo es ideal?

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Frecuencia Ideal Para la Limpieza de las Orejas

No todos los perros son iguales, y el ambiente en el que vive tu perro, el tipo de orejas que posee e incluso el clima pueden influir en la frecuencia con la que deberías limpiar sus orejas. Por ejemplo, perros con orejas peludas o largas tienden a acumular más cera, necesitando más atención. Sin embargo, en términos generales, limpiar las orejas una vez a la semana suele ser adecuado para un canino con oídos sanos. Si tu mascota está bajo tratamiento veterinario, sigue las recomendaciones de su especialista.

La Guía Paso a Paso Sobre Cómo Limpiar las Orejas a un Perro

1. Preparativos: Antes de iniciar, reúne gasas, bastoncillos de bebé y un limpiador ótico o suero fisiológico. Evita algodón o papel, ya que pueden descomponerse en el oído del perro y causar problemas.
2. Preparación del Terreno: Despeja el área alrededor de la oreja quitando el pelo muerto. Los pelitos internos pueden ser retirados sin causar dolor.
3. Humidificación: Moja la gasa con el limpiador auricular o suero. Algunos productos requieren aplicación directa en el oído; en ese caso, sigue las instrucciones del etiquetado.
4. Limpieza Externa: Con delicadeza, usa la gasa para limpiar los pliegues externos del oído. Si notas mucha suciedad en la gasa, reemplázala y evita usar la misma gasa para ambas orejas.
5. Atención a los Detalles: Los bastoncillos son ideales para llegar a zonas complicadas del oído. Sin embargo, nunca introduzcas el bastoncillo en el canal auditivo interno; úsalo solo en los pliegues externos.
6. Secado Final: Tras limpiar, asegúrate de secar las orejas con una gasa limpia. Un oído húmedo puede ser un caldo de cultivo para infecciones.
7. Recompensa: Después del proceso, premia a tu perro con caricias, palabras alentadoras y, por qué no, una golosina.

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Recuerda, conocer cómo limpiar las orejas a un perro es esencial para garantizar una vida saludable y feliz para tu mascota. Y si tienes dudas, siempre consulta a un profesional veterinario. ¡Hasta la próxima limpieza!