A finales del siglo XIX, Valentine, una joven de 20 años, se casa con Jules. Cien años más tarde, su nieta recorre un puente en París para encontrarse con el hombre que ama. Durante el siglo que las separa, hombres y mujeres se conocen, se enamoran y cruzan sus destinos, creando un árbol genealógico y una fuerza vital que continúa para la eternidad.