El viejo capataz de una estancia patagónica es despedido de su trabajo y un peón más joven toma su lugar. El cambio no resulta fácil para ninguno de los dos. El paisaje se cubre de blanco, la nieve y el viento aíslan por completo el lugar y ya no se trata de trabajar o de vivir, sino de resistir. Cada uno a su manera debe resistir al siguiente invierno.