Ocurrió lo impensable en Montjuic: volver a perder. Saltaron todas las alarmas en el Barça después de ver que también la liga parece fuera del alcance del equipo esta temporada tras el fiasco contra el Villarreal (3-5). En la rueda de prensa tras el choque, Xavi decidió asumir las primeras consecuencias y anunciar que dejará el banquillo azulgrana el próximo 30 de junio. "Creo que estoy haciendo lo mejor para todo el mundo, también egoístamente para mí, he pensado en el club, he pensado en el presidente y sobre todo en los jugadores, necesitan un cambio de dinámica, no se merecen esta situación y como soy el máximo responsable creo que necesitan un cambio de rumbo", declaró con naturalidad ante los medios de comunicación. "No quiero ser un problema para el Barça, es lo último que quiero ser, todo lo contrario, quiero ser una solución y pienso que todavía puedo ser una gran solución de aquí a junio, pero la gran solución para mí pasa por dejar de ser entrenador el 30 de junio", explicó.