Entre sus planes estaba ocupar el Parlamento catalán y hacerse fuerte en él. También llevar a cabo diferentes ataques y atentados con artefactos explosivos. Los fabricaban en dos laboratorios clandestinos e incluso habían realizado pruebas sobre su efectividad. También seguimientos a agentes de Policía y vigilancias en cuarteles de la Guardia Civil. Para la Fiscalía, ocho de los 14 detenidos por estos hechos en 2019 son presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización terrorista, estragos en grado de tentativa y tenencia y fabricación de explosivos. Para cada uno de ellos reclama 27 años de prisión. Ocho años por terrorismo para los cuatro detenidos restantes. Lo que no está claro es que los 14 lleguen a sentarse en el banquillo. Los procesados por terrorismo sin sentencia firme y dentro del marco del proceso independentista catalán están incluidos en los supuestos que contempla la ley de amnistía.