«Casi siempre soy la única CEO en la sala»

Amaia Rodríguez

Amaia Rodríguez

Miriam Vázquez

Miriam Vázquez

Amaia vivía en China, viajaba mucho por el Sudeste asiático, y en lugar de encontrar playas e islas paradisíacas se encontró vertederos llenos de plástico. Cuando volvió a España contagió su preocupación a su entorno, especialmente a su hermano pequeño Julen, con el que creó Gravity Wave. Comenzaron a trabajar con los pescadores de Lefteris en Atenas para recoger plástico del mar y transformarlo.

¿Qué dificultades se encontró como cofundadora?

Emprender es lo más duro que he hecho en mi vida y a la vez lo más bonito, pero es todavía un mundo de hombres. Yo suelo participar en mesas redondas, charlas, intervenciones y casi siempre soy la única CEO o emprendedora de la sala. El primer año y medio fue durísimo, tuvimos que buscar financiación e inversión, montar un modelo de negocio que no existía desde cero y convencer a muchas personas diferentes que lo que queremos conseguir tiene sentido, pero está siendo muy satisfactorio y cada vez son más las personas que se contagian de la ilusión de conseguir unos océanos libres de plásticos.

¿Qué consejos le daría a las mujeres emprendedoras?

Sinceramente, considero que emprender es algo muy sacrificado. Se romantiza en exceso el emprendimiento y no se habla de los sacrificios que hay que hacer, la dedicación y estrés que se sufre y las dificultades de conseguir que funcione la empresa, pero una de las cosas más clave en mi camino como emprendedora ha sido hacerlo junto a mi hermano, una persona con la que me complemento al 100% tanto a nivel personal como profesional, con la que comparto los mismos valores, y cuando hay un problema somos dos personas para resolverlo, y también cuando hay una alegría somos dos para celebrar.