El fracaso de ubicar el albergue municipal de animales en la urbanización de Los Girasoles, en San Vicente del Raspeig, ha supuesto un revés para el Ayuntamiento. El área había adaptado las características que debe de tener la construcción al terreno donde se había fijado su ubicación, pero la oposición vecinal llevó al Gobierno local a desistir de la parcela elegida.

Tampoco todas las asociaciones animalistas estaban de acuerdo con la opción. Una entidad alegaba motivos similares a los que esgrimían los vecinos, pero en este caso, por el posible perjuicio que se les iba a generar a los animales. Es decir, porque la zona puede ser muy «estresante» al estar junto a urbanizaciones donde se celebran fiestas y donde se disparan también fuegos artificiales durante el verano.

El equipo de Gobierno tiene claro que el albergue de animales es necesario para el municipio, para dar cobijo y una segunda oportunidad a los animales abandonados, fundamentalmente perros. Y ya se ha puesto manos a la obra y está buscando nuevas ubicaciones que se encuentren próximas al casco urbano.

Por el momento, entre los terrenos que se barajan se encuentra una parcela municipal en las proximidades del Cementerio municipal.

Uno de los puntos que más valora el consistorio a la hora de buscar la ubicación es que sea fácilmente accesible, puesto que el objetivo es que se convierta en un punto de referencia para las adopciones caninas.

Para hacer realidad este recinto, los presupuestos de 2021 recién aprobados el pasado 5 de febrero en Pleno, ya contemplan una inversión bianual de 11.029 euros para la redacción del proyecto de construcción del albergue municipal de animales, servicio que actualmente está contratado con la Protectora de Alicante.

Desde el área de Bienestar Animal indican que el objetivo del albergue es que los perros abandonados recogidos permanezcan el menor tiempo posible. Y para ello, una de las claves es que las familias puedan llegar fácilmente al recinto. Para la concejalía que dirige Belén Arques, uno de los aspectos singulares de este servicio municipal es que pretende que quienes vayan a adoptar a su mascota la conozcan antes, incluso puedan sacarla de paseo, y comprobar si es realmente el animal más adecuado para ellos.

En torno a una decena de perros son recogidos de la calle al mes. De ellos, la concejalía advierte que el 90% tiene dueño y vuelve con él. Enero ha sido un mes especialmente intenso ya que desde el principio de año se han encontrado 19 canes vagabundos, 15 de los cuales eran perros perdidos.

«Queremos que la familia tenga la oportunidad de conocer al animal, ver su carácter y si se adapta a lo que necesitan», explica la concejala, quien asegura estar convencida de que el albergue municipal «va a mejorar la concienciación hacia los animales».

Desde la oposición, tanto Ciudadanos como Podemos han solicitado al área que les remita el anteproyecto elaborado en el que se detallan las instalaciones que tendrá el albergue para los perros, gatos y caballos.

La concejala asegura que no existe ese documento como tal y que únicamente hay un listado de características y necesidades adaptadas a la parcela de Los Girasoles.

Piden una ayuda de 12.000 euros para esterilizar gatos

El Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig ha solicitado a la Diputación la subvención máxima para permitir la esterilización de los gatos de la calle. En total se han solicitado 12.000 euros. El año pasado la subvención bajó hasta los 3.200 euros, mientras que un año antes, en 2019, el Ayuntamiento recibió una ayuda de 14.600 euros. Una planificación de esterilización que la Concejalía contempla en sus presupuestos y que considera imprescindible para el bienestar de los animales y la regulación de la población que vive en las colonias felinas de San Vicente.