Nuevo vertido de aguas fecales en una playa de El Campello

Una ingente cantidad de toallitas procedentes de los inodoros de la zona han colapsado dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir

Los residuos no llegaron al mar, aunque el incidente ha obligado a prohibir el acceso a la playa del Amerador, que permanecerá cerrada hasta el viernes

Vertidos fecales en El Campello vuelven a cerrar el acceso a la playa del Amerador.

Vertidos fecales en El Campello vuelven a cerrar el acceso a la playa del Amerador. / INFORMACIÓN

La historia de nunca acabar en El Campello. La playa del Amerador, que ya sufrió un incidente de este tipo hace menos de tres semanas, el pasado 15 de marzo, se ha vuelto a ver salpicada por vertidos fecales debido, esta vez, al atasco en dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir. La causa del colapso ha sido una ingente cantidad de toallitas, procedentes de los inodoros de la zona, que han obstruido las canalizaciones.

Estos artículos, paradójicamente destinados a la higiene personal, han sido la causa del problema y obstruyeron a primera hora de la tarde de ayer las tuberías. Pese a todo, esta fuga, según ha informado el Ayuntamiento, fue controlada de manera rápida por los operarios municipales. La actuación de los trabajadores evitó que las aguas residuales llegaran al mar de la playa del Amerador, cuyos accesos permanecerán cerrados hasta el viernes.

Nada más conocerse el escape, personal de los departamentos de Obras y Servicios, Playas y empresa especializada en cubas de evacuación de líquidos se desplazaron al lugar. Tras despejar la materia fecal que inundaba el área, pudieron extraer las dos bombas. Una de ellas estaba absolutamente llena de madejas de toallitas que llegaron a inutilizarla al partir el eje. El aparato ha quedado inservible, y será repuesta mañana mismo.

Una vasta cantidad de toallitas colapsaron dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir, golpeada por este tipo de casos.

Una vasta cantidad de toallitas colapsaron dos bombas de la depuradora de la urbanización Alkabir, golpeada por este tipo de casos. / INFORMACIÓN

La segunda bomba, también repleta de toallitas, pudo ser reparada y en estos momentos ya funciona con normalidad, según ha comunicado el Consistorio. En las próximas horas se desplazará hasta el paraje un camión pala para acabar la limpieza en profundidad, y mientras tanto el Ayuntamiento ha decidido cortar el acceso a la playa, aunque el vertido no ha llegado al mar. Se espera que todo vuelva a la normalidad el viernes.

Un pantalón entre los vertidos fecales

Se trata del segundo suceso de estas características en pocos días. A mediados de marzo las mismas bombas se obstruyeron, y en aquella ocasión además de toallitas, los operarios se encontraron hasta un pantalón de caballero. Las autoridades locales recuerdan a los residentes que elementos como ropa, toallitas y bastoncillos no deben echarse al inodoro. "Es imposible saber de qué vivienda o viviendas proceden los vertidos", señalaron los operarios que se desplazaron al lugar.

Este tipo de episodios está generando una gran frustración entre los vecinos de este sector del municipio, hartos de que estos casos sean recurrentes y que "cada dos o tres meses pase lo mismo". El equipo de gobierno es conocedor de esta situación y reconoce que estos sucesos "pueden pasar" hasta que se complete una obra destinada a adaptar la red de canalización a las necesidades actuales.

A la espera de una gran obra

Fuentes del equipo de gobierno explicaron hace semanas que el proyecto ya está adjudicado y el objetivo es eliminar todas las pequeñas depuradoras instaladas en esta zona y convertirlas en estaciones de bombeo, que tras una reorganización, pasarían a formar parte de la red primaría que las conectaría directamente con la depuradora de Alacantí Norte. Se trata de una actuación que lleva "muchos años pendiente", tal como reconoce el propio Consistorio, que está convencido de que esta intervención (valorada en cerca de ocho millones de euros, de los que la corporación sufragará alrededor de un 10%) cortará el problema de raíz y evitará que se vuelvan a producir este tipo de inconvenientes.

Menos convencidos se muestran los vecinos, que denuncian que este paraje se ha convertido en "un vertedero de aguas fecales" y piden una actuación de urgencia en el lugar mientras la gran obra que hay prevista se desarrolla. Este tono crítico también ha llegado a las instituciones políticas, donde la formación Per El Campello (XEC), tal como expresó en el último pleno, ha pedido "aplicar una especie de protocolo para evitar daños en la flora y fauna". Esta es solo una de las medidas que presentaron en la última sesión, en la que el grupo solicitó realizar "un inventario de todas las bombas que pudieran ser susceptibles de vertidos incontrolados" y conocer "el estado actual de estos aparatos para que se proceda a su revisión y se actúe a fin de evitar en lo posible otros incidentes", como el ocurrido en la tarde del martes.

El partido también demandó al equipo de gobierno que se pongan en marcha actuaciones "para minimizar los daños medioambientales que puedan producirse" y que todo ello fuera puesto en conocimiento de todos los grupos que integran la corporación. Su petición, según ha denunciado la formación en un comunicado, no gustó al concejal del área, que se quedó "perplejo" ante esta moción y afirmó que, en alusión a la polémica con los vertidos, que "todo estaba hecho, perfecto y bajo control".