Una histórica tienda de El Campello convertida en una sala de conciertos

Un establecimiento de ultramarinos que abrió sus puertas a finales del siglo XIX ha sido ahora transformado en un espacio cultural

El artífice del proyecto es Raúl Juan, bisnieto de los primeros propietarios del negocio

Es la historia de un sueño hecho realidad. El de Raúl Juan, profesor de conservatorio que ya hace años dibujaba en su mente las líneas maestras de esta idea, convencido de que la pondría en práctica "cuando tuviera una plaza fija". Ahora, ese momento ha llegado y el negocio que comenzaron regentando sus bisabuelos (sobre 1870 detalla el artífice del proyecto), una histórica tienda de ultramarinos de El Campello que vivió los últimos coletazos del siglo XIX, sobrevivió a las diferentes acometidas del siglo XX, pero que sucumbió al cambio de milenio, es ya un nuevo templo dedicado a la música y a la cultura.

El pasado sábado se inauguró en la localidad el centro "La tenda el Pi", al que se ha dado forma tras un meticuloso trabajo de restauración de un local que funcionó en el corazón del pueblo, número 1 del Carrer del Convent, por iniciativa de Emilio Lledó Carratalá, su primer propietario. Hoy, su bisnieto ha culminado la transformación del establecimiento, clausurado desde el año 2000, es un espacio de promoción cultural. El objetivo es ayudar a todos esos artistas miembros de la Asociación para el fomento de la música clásica (AFOMUC), pianistas, violinistas, percusionistas y otros virtuosos de las notas y los acordes que buscan hacerse un nombre en un sector en el que "hay mucha competitividad", lamenta Raúl.

Evitó el derrumbe

Su empeño, y el de su hermana Alicia, es lo que ha permitido sacar adelante este proyecto hasta poder materializarlo. Nada se habría podido lograr tampoco sin el permiso de la propiedad, su familia, en concreto, la de su tía, última dueña de un inmueble que es mucho más que los vestigios de una tienda. "Se trata de un sitio en el que nos hemos criado de pequeños y que ha sido la casa de mi madre y de mi tía", recuerda el promotor de la idea, que también señala que hace años la construcción "llegó a estar en un proyecto para derruirla y levantar edificios en la zona".

El histórico local resistió a estas intenciones, y las labores de reforma han posibilitado rescatar toda la riqueza arquitectónica que escondía la edificación. Desde el suelo porcelánico original hasta las paredes de piedra camufladas tras capas y más capas de cemento, portalones de madera y por supuesto, las estanterías de la tienda donde se exponían los productos a la venta. 

En una posición privilegiada destaca un piano de cola del siglo XIX cedido por la familia del maestro, juez de paz y músico Isidoro de la Ossa. El instrumento se encuentra en perfecto estado de uso, como demostraron el sábado cinco pianistas que ofrecieron un mini concierto inaugural que dejó a todos boquiabiertos. Luis Caballero, Fernán Bermejo, Manuel de Elias y Artur Mikhlin, sin partituras de por medio, fueron protagonistas de un momento que los presentes guardarán como inolvidable. A ellos se unió Alfredo de la Ossa, profesor de conservatorio, con una marcha fúnebre de Chopin dedicada a su padre, fallecido durante la pandemia del Covid.

El local, una joya de la arquitectura de la zona, será a partir de ahora un santuario entregado a la música y al que peregrinarán los amantes de la cultura para disfrutar de conciertos de música clásica, exposiciones, conferencias, clases magistrales, sesiones de cine fórum y otros actos que se anunciarán en las próximas fechas. AFOMUC admite socios, y como es lógico, cobrará entrada por asistir a los eventos al objeto de mantener la actividad y conservar el inmueble.

Actuaciones y más eventos

Tal como ha explicado el principal responsable, la finalidad es ayudar a la gente de la asociación que busca hacer de la música su modo de vida. En cualquier caso, también podrán ofrecer conciertos artistas ajenos a AFOMUC que deberán llegar a un acuerdo y "estipular el precio" con los organizadores.

“La tenda el Pi” ha sido posible gracias a la participación de mucha gente. Es obligatorio citar a las hermanas Paca y Consuelo Lledó Vaello (la primera, propietaria actual del local), al resto de la familia que ha trabajado cada cual en la medida de sus posibilidades, y a una legión de profesionales de todo tipo que, encabezados por una arquitecta, se han encargado de la restauración integral. Trabajaron codo con codo electricistas, técnico de sonido, carpinteros, restauradores de suelo antiguo y obreros. Todos eran conscientes desde el primer minuto que participaban en algo importante. Roberto Ruiz, Pepe Lledó, María Eugenia, Pedro, Jesús Juan Lledó y Lara Planelles son otros nombres propios que han empujado el proyecto.

La inauguración del espacio contó con respaldo institucional, en esta ocasión con la presencia del alcalde, Juanjo Berenguer, y el concejal Pedro Mario Pardo. Para el primer edil, "iniciativas ilusionantes como ésta hacen más grande al pueblo de El Campello… y nos hacen a todos un poco mejores por engrandecer y fomentar la cultura". Junto a las autoridades se sentaron el juez de paz, el párroco del pueblo, el presidente de la Asociación de Mayores y cuantos tuvieron el privilegio de ser invitados al acto.

Tal como declaró Raúl Juan, “este proyecto tenía que salir, y lo hemos conseguido entre todos. Nosotros somos el reflejo de una familia vinculada a la música, porque eres lo que te enseñan a ser, y nos disponemos a ayudar a estudiantes de conservatorio que se quieren dedicar profesionalmente, en cuerpo y alma, a la música". El artífice de esta propuesta también ha desvelado parte de la agenda de actos del centro, que el próximo domingo acogerá una exposición fotográfica. Pero el ingrediente principal será la música. "Queremos que los conciertos sean didácticos", revela el creador de este proyecto, que ya anuncia nuevos eventos, como un concierto de chelo y guitarra para el día 27 de abril, aunque una de las citas en la que más esperanzas hay depositadas se reserva para junio, cuando se celebrará un recital para redescubrir la vihuela, "un instrumento único en España" que acabó siendo reemplazado por la guitarra.