El monumento de El Campello que permanece en el olvido desde hace años

Vecinos y Ayuntamiento comparten la idea de poner en valor una escultura, uno de los grandes iconos del municipio, pero que se encuentra abandonada desde 2021

Playa del Carrer la Mar de El Campello, donde su ubica una parte del Monumento al Pescador

Playa del Carrer la Mar de El Campello, donde su ubica una parte del Monumento al Pescador / INFORMACIÓN

"Podría ser un llavero o un recuerdo de la ciudad". Esta es la reflexión de Laura, una vecina de El Campello que vive a pocos metros de un monumento de incalculable valor artístico y también, turístico, aunque de momento, desaprovechado. Y es que la obra en cuestión tiene potencial de sobra para ser la gran estrella de las tiendas de suvenir, como miniatura representativa de la ciudad, así como el set de postureo que no puede faltar en toda ciudad turística que se precie, donde las miles de personas que llegan cada verano harían cola para hacerse la más deseada de las fotos.

Todo esto son hipótesis, pero formadas eso sí sobre una verdad: pocos lugares pueden presumir de un conjunto escultórico como el que se alza sobre suelo campellero, y que se divide en dos piezas separadas por varios metros, pero unidas por su significado.

Hablamos del Monumento al Pescador, diseñado por un artista adelantado a su tiempo, Arcadi Blasco, que plasmó la esencia de El Campello, tierra y mar, en dos esculturas. Una de ellas es un mástil que, como los restos de un barco varado, se erigía en sus inicios sobre las aguas cercanas a la orilla, pero que desde que la playa del Carrer la Mar fue regenerada, tiene su base sobre la misma arena. A unos pocos pasos de esta figura, dejando atrás el arenal y adentrándonos en terreno urbano, en una de las principales arterias del municipio, en la calle San Bartolomé, se ubica la otra mitad de esta pareja escultórica, una barca encallada en una superficie que antaño fue una fuente

Polémica en la fuente

Lo fue por última vez en 2021, una época ya pretérita, pero que persiste en la web municipal del Ayuntamiento, donde se sigue vendiendo el reclamo turístico de un espectacular chorro que caía sobre un manto de agua clara, una bonita estampa que tal vez jamás se vuelva a ver. Esa es la posibilidad que ya comienzan a plantearse en el equipo de gobierno, convencidos en la idea de poner en valor el monumento, pero que ya piensan en "alternativas" para abordar la controversia de la fuente.

Las circunstancias ya las detalló el concejal de Servicios, Rafael Galvañ, que señaló en el último pleno que "se ha hecho un estudio de reparación" y "solo la vela ya vale más de 100.000 euros". No es el único problema que presenta la estructura, ya que el vaso también está "agrietado", aunque por si fuera poco, el problema no reside únicamente en esta pieza, sino que sobre todo afecta a "la base donde está apoyado".

El edil ya avisó en la sesión plenaria que la solución "ni es fácil ni barata ni rápida" aunque recalcó que el objetivo es "entrar en profundidad para dejarlo como hay que dejarlo". Sus palabras invitan a imaginar un escenario diferente en el futuro para un monumento que ya tuvo un pasado agitado. El episodio más reciente fue la presencia de unas vallas que rodeaban la escultura en cuestión, un complemento menos glamuroso que el añorado y apagado cañón de agua.

El vallado, colocado por el riesgo de caída de algunas teselas, fue ya retirado semanas atrás después de que las piezas que presentaban más problemas fueran pegadas de forma adecuada a la obra. Así lo explicó el propio Galvañ, que se encargó de repasar las acciones realizadas para evitar que personas o los mismos fragmentos pudieran sufrir daños, pero que no pueden camuflar la decadencia de un lugar presa de la suciedad.

Inaugurado en 1990

Esta es solo la página más reciente de la historia de un monumento, que en cualquier caso, no tuvo inicios fáciles. Fue inaugurado en 1990 junto con un láser diseñado para conectar sus dos mitades, pero que se estropeó en los días del estreno, y que nunca se reparó. Su trayectoria hasta hoy ha tenido diversos baches, como el registrado en 2014 cuando el relieve de la barca fue mancillado con unas pintadas. Ese mismo año, se completó la restauración de la otra parte, el monolito que se ubica en la playa, que hace una década fue intervenido para alargar su vida útil y protegerle del desgaste que lógicamente sufre por estar al lado del mar.

Menos mimos ha recibido su otra mitad, la figura que representa una barca, atracada en una fuente sin agua desde 2021. Un escenario que no está a la altura del monumento, algo en lo que coinciden tanto vecinos como el propio Ayuntamiento, que tiene la intención de dar a la obra el entorno que merece, aunque recuerdan que para cualquier actuación "necesitamos obligatoriamente el permiso de la familia" del escultor, que falleció en 2013.