El Consell y el Ayuntamiento de El Campello inician las obras que pondrán fin a los vertidos fecales

Las nuevas infraestructuras hidráulicas mejorarán el saneamiento de la zona norte y afectarán positivamente a todo el municipio al reducir la carga de aguas del Gallo Rojo

La taladradora ha comenzado a picar en el vial que une  Cala Piteres con el Barranc de Aigües para dar forma a la zanja por la que discurrirán las tuberías .

La taladradora ha comenzado a picar en el vial que une Cala Piteres con el Barranc de Aigües para dar forma a la zanja por la que discurrirán las tuberías . / INFORMACIÓN

Elena Sanz López

Elena Sanz López

El problema de vertidos de aguas residuales en El Campello es uno de los más longevos que sufren los vecinos del municipio. 

Cerca de dos décadas de saturación en las infraestructuras de saneamiento que han ido en incremento durante los últimos años, llegando a ser habitual el desbordamiento de las trapas de las que salían aguas negras que, muchas de las veces, acababan en las playas.

Las asociaciones vecinales han denunciado en numerosas ocasiones y por diferentes vías los continuos episodios que generaban una «situación insalubre» y efectos nocivos para el ecosistema, así como advertían de la peligrosidad que conllevan las bacterias que producen los vertidos en el mar para los bañistas.

El inicio de las obras para la construcción y renovación de la red de saneamiento en El Campello pone fin a los innumerables escapes de aguas contaminadas.

Detalles de las obras

El equipo de Gobierno se ha trasladado al lugar donde han comenzado los trabajos de construcción.

El equipo de Gobierno se ha trasladado al lugar donde han comenzado los trabajos de construcción. / INFORMACIÓN

La consellera de Medio Ambientes, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, ya anunció el pasado 10 de mayo en el mismo municipio que el inicio de las obras sería «inminente».

Las máquinas comenzaron ayer mismo el trabajo de renovación que, como el propio Ayuntamiento ha asegurado, «pondrá punto y final a los problemas de vertidos, roturas de bombas y atascos».

La Generalitat Valenciana, a través de la Entidad Pública de Aguas Residuales (EPSAR), proyecta una inversión de 7,6 millones de euros que aportará, en su 90% la administración autonómica y el otro 10% el Ayuntamiento.

Para solucionar la preocupante situación, se construirán nuevas infraestructuras hidráulicas que complementarán la red allí donde no existe, y garantizará el transporte de aguas residuales en alta hacia la Estación Depuradora (EDAR) de Alicante Norte.

La actuación contempla la construcción de nueve estaciones de bombeo y la modernización de otras tres ya existentes que se conectarán con la actual estación de bombeo de El Campello.

La solución definitiva

El concejal de Infraestructura Pública, Cristian Palomares y la unidad de trabajo que ejecuta las obras.

El concejal de Infraestructura Pública, Cristian Palomares y la unidad de trabajo que ejecuta las obras. / INFORMACIÓN

La construcción y modernización de la deficiente red de saneamiento se llevará a cabo en la zona norte de la localidad, pero afectará positivamente a todo el sistema de alcantarillado de la población, ya que, otro de los problemas se encuentra es la estación de bombeo de El Gallo rojo, que gracias a la nueva infraestructura, reducirá su carga. Así lo ha señalado el alcalde, Juanjo Berenguer: «Esta obra no repercutirá solo en la zona norte, ya que el proyecto tiene mucha más envergadura, y afectará a casi todo el término municipal». 

En total se colocarán 10 kilómetros de tuberías, desde la zona norte hasta el río Seco, pero desde el Consistorio recuerdan que las obras cubrirán la red primaria, es decir, la canalización pública y que será responsabilidad de cada urbanización y vivienda conectar sus tuberías a esta red primaria.

La actuación supondrá la mejora definitiva en las urbanizaciones de Albanya, Alkabir, Pueblo Español y Carrer La Mar.

De esta obra, además, dependerán otras actuaciones de administraciones superiores, sobre todo del departamento de Costas, que está pendiente de que se ejecuten los trabajos para actuar en Cala Lanuza.

El Consell prevé que las labores de construcción duren alrededor de 15 meses, por lo que el gobierno local pide «paciencia» a los ciudadanos.

El proyecto contempla la reutilización de escombros y la participación de un equipo arqueológico.